Luego de tres semanas en que el sistema financiero internacional ha izado banderas rojas para advertir al gobierno mexicano que camina hacia el precipicio con su proyecto de desmantelar al Poder Judicial federal, el presidente López Obrador decidido emprender un gracioso retiro desde posiciones radicales en la materia y, también, moderar sus proyectos para sepultar a órganos autónomos en materia de competencia, telecomunicaciones y transparencia.
De acuerdo con fuentes familiarizadas con este proceso, el Congreso mexicano ajustará la reforma para que, como ya anunció el propio López Obrador, la elección de ministros, magistrados y jueces federales sea llevada a cabo en forma escalonada. Pero adicionalmente, la enmienda constitucional, que sería consumada en septiembre, dejará abierta la puerta para que, en ese mismo periodo o a más tardar en el de primavera, se generen leyes reglamentarias a fin de imponer candados o filtros en la elección de juzgadores para garantizar su idoneidad.
Desde diversas regiones del mundo, corporaciones bancarias y fondos de inversión han mostrado alarma ante interlocutores mexicanos para advertirles que perciben con enorme incertidumbre la llamada reforma judicial, por el riesgo de que existan jueces de consigna a todos los niveles -desde una barandilla estatal hasta la Corte-, sometidos a las conveniencias de la política.
Como le informé aquí mismo el lunes anterior, las citas del pasado día 19 solicitadas por Jean Fraser, directora general de Citibanamex, con Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, y con Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, tuvieron el propósito específico de dejar nota que congelarían cuatro fondos de inversión en México ante tal preocupación. La futura gobernante replicó a Fraser que no asumirá su mandato sino hasta el primer día de octubre, y le sugirió tramitar una reunión con el Presidente.
En los siguientes días se agendaron visitas con directivos de entidades financieras de similar envergadura, entre ellas J.P. Morgan y Bank of America. En ese mismo lapso se determinó que Ramírez de la O viajaría a Londres para encontrarse con banqueros europeos y exponer el previsto ajuste a la reforma, lo que le impidió -junto con una reserva de protocolo- acudir el jueves al anuncio de la doctora Sheinbaum en el sentido de que será ratificado al frente de Hacienda.
Apuntes: Algo extraño ocurre con el espectro de medios de comunicación que entregaron sus espacios a la propagada del oficialismo durante el gobierno López Obrador mientras recibían millonarios pagos bajo concepto de publicidad y otros supuestos servicios, en montos desorbitados y ajenos a toda norma legal. Con la misma aparente uniformidad, ahora han determinado reducir la cobertura relacionada con la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, muy notablemente sobre las designaciones iniciales para su gabinete. Fuentes consultadas refieren que directivos de estos medios han golpeado a la puerta de la próxima gobernante con la expectativa de conservar privilegios, sin encontrar respuesta, al menos hasta ahora. Otros apuntan a que se trata de “mensajes” desde facciones de la 4T incómodas con el perfil de los nombramientos. Este ecosistema mediático incluye periódicos y revistas, metropolitanos y de los estados; sitios en internet, cuentas en redes sociales de presuntos “influencers” y de no pocos actores colocados en las “mañaneras” para realizar preguntas a modo. De acuerdo como documentación que empieza a circular, uno solo de esos medios, de poca penetración y orientado a convencer a los ya convencidos lopezobradoristas, facturó este sexenio casi 1,400 millones de pesos. Otros más gozaron de exenciones fiscales o ante el IMSS; crearon empresas al vapor para disfrazar sus denominaciones originales… Parece estar claro de dónde salían las órdenes para beneficiarlos. ¿De ahí mismo vendrá la consigna de tomar distancia contra la señora Sheinbaum?