/ miércoles 2 de septiembre de 2020

Responsabilidad legislativa

En medio de una crisis mundial y una situación nacional desfavorable, nos disponemos a regresar a los recintos legislativos de manera formal para afrontar el primer periodo ordinario de sesiones del tercer año de la LXIV Legislatura, no sin antes pasar por discusiones álgidas para empezar decidiendo quién presidiría cada una de las Cámaras fomentando, en medida de lo posible, acuerdos que se deben honrar en esta etapa final de la legislatura.

Frente a un escenario electoral que definirá el rumbo del país para los años venideros, el actuar de todas y cada una de las y los legisladores deberá ser altamente responsable para poner, por encima de cualquier circunstancia personal o de grupo, las necesidades de un país entero lastimado por una pandemia que ha dejado a su paso un escenario de desolación económica y, desde luego, de salud.

En la agenda legislativa de cada uno de los grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión existen temas prioritarios que, incluso, se arrastran de periodos anteriores, sin embargo bien vale la pena resguardar esos temas siempre y cuando no sean urgentes, para dar paso a aquellas iniciativas y proposiciones con punto de acuerdo que busquen sacar al país del bache económico, sanitario y hasta educativo como en el que nos encontramos.

Lo especial de los trabajos legislativos radicará en darles un enfoque “post pandemia”, de tal manera que cada tema que se ponga en la mesa de discusión contenga elementos para sanear o la economía, el entrampado sector salud y, desde luego, el avance educativo en un escenario para el que nadie estábamos preparados.

Para empezar, uno de los aspectos fundamentales que se discute en el primer periodo ordinario cada año es el presupuestal. El Congreso de la Unión tendrá que emitir la Ley de Ingresos y la Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos. En esta ocasión, a pesar de tener un proceso electoral federal a la vuelta de la esquina, el tratamiento de las finanzas públicas deberá ser sumamente responsable considerando que, dicho por los propios encargados de la hacienda pública en nuestro país, cada vez tenemos menor margen de acción.

Como pocas veces en la historia de nuestro país, saldrá a relucir el compromiso de las fuerzas políticas con la sociedad mexicana, porque a pesar de los intereses que pudiera tener cada quien, no es momento para buscar satisfacer lo que cada quien espera. El centro de la discusión legislativa será, más que nunca, un México que nos necesita. Sin descalificaciones pero sin miramientos para señalar los excesos y las mezquindades porque, no debemos olvidar, que nosotros somos representantes populares.

Reconstruir al país es una misión de todas y todos, por lo que plantearemos iniciativas que refuercen la economía, que permitan que lleguen apoyos a empresarios, a familias, a pequeños comerciantes, para permitirles que lleven un sustento pero de forma segura, con un sistema de salud fuerte que valore a quien día a día arriesgan su vida y atendiendo una nueva realidad que dote de herramientas a maestros y alumnos para obtener educación de calidad sin importar las circunstancias en que nos encontremos.

En medio de una crisis mundial y una situación nacional desfavorable, nos disponemos a regresar a los recintos legislativos de manera formal para afrontar el primer periodo ordinario de sesiones del tercer año de la LXIV Legislatura, no sin antes pasar por discusiones álgidas para empezar decidiendo quién presidiría cada una de las Cámaras fomentando, en medida de lo posible, acuerdos que se deben honrar en esta etapa final de la legislatura.

Frente a un escenario electoral que definirá el rumbo del país para los años venideros, el actuar de todas y cada una de las y los legisladores deberá ser altamente responsable para poner, por encima de cualquier circunstancia personal o de grupo, las necesidades de un país entero lastimado por una pandemia que ha dejado a su paso un escenario de desolación económica y, desde luego, de salud.

En la agenda legislativa de cada uno de los grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión existen temas prioritarios que, incluso, se arrastran de periodos anteriores, sin embargo bien vale la pena resguardar esos temas siempre y cuando no sean urgentes, para dar paso a aquellas iniciativas y proposiciones con punto de acuerdo que busquen sacar al país del bache económico, sanitario y hasta educativo como en el que nos encontramos.

Lo especial de los trabajos legislativos radicará en darles un enfoque “post pandemia”, de tal manera que cada tema que se ponga en la mesa de discusión contenga elementos para sanear o la economía, el entrampado sector salud y, desde luego, el avance educativo en un escenario para el que nadie estábamos preparados.

Para empezar, uno de los aspectos fundamentales que se discute en el primer periodo ordinario cada año es el presupuestal. El Congreso de la Unión tendrá que emitir la Ley de Ingresos y la Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos. En esta ocasión, a pesar de tener un proceso electoral federal a la vuelta de la esquina, el tratamiento de las finanzas públicas deberá ser sumamente responsable considerando que, dicho por los propios encargados de la hacienda pública en nuestro país, cada vez tenemos menor margen de acción.

Como pocas veces en la historia de nuestro país, saldrá a relucir el compromiso de las fuerzas políticas con la sociedad mexicana, porque a pesar de los intereses que pudiera tener cada quien, no es momento para buscar satisfacer lo que cada quien espera. El centro de la discusión legislativa será, más que nunca, un México que nos necesita. Sin descalificaciones pero sin miramientos para señalar los excesos y las mezquindades porque, no debemos olvidar, que nosotros somos representantes populares.

Reconstruir al país es una misión de todas y todos, por lo que plantearemos iniciativas que refuercen la economía, que permitan que lleguen apoyos a empresarios, a familias, a pequeños comerciantes, para permitirles que lleven un sustento pero de forma segura, con un sistema de salud fuerte que valore a quien día a día arriesgan su vida y atendiendo una nueva realidad que dote de herramientas a maestros y alumnos para obtener educación de calidad sin importar las circunstancias en que nos encontremos.