/ miércoles 22 de junio de 2022

Respeto y dignidad para el migrante

Jorge Alberto, hondureño de nacimiento, avecindado en El Salvador cuando sus padres se mudaron a esa ciudad en busca de mejores oportunidades cuando él tenía 3 años, hoy tiene 12 años y sabe que las circunstancias de vida en su país de origen no son nada prometedoras debido a que la educación no le garantiza estabilidad financiera y, particularmente, en la región en la que vive, la violencia se convierte en un monstruo que tarde o temprano lo atrapara o lo llevara a combatir junto a él. Por ello, a pesar de la separación de su familia y de su hermoso pueblo, ha decidido emprender el viaje hacia el sueño americano con todo lo que ello implica; consiguió 800 dólares para darle a una persona que garantiza el cruce de fronteras de forma ilegal, sin embargo, llegado al desierto de Arizona y después de muchas calamidades en su paso por México, fue abandonado junto con otros 15 chicos en la dureza del desierto de Arizona.

El problema de la migración no se trata sólo de un tema de contención forzosa por parte de gobiernos, por lo que las tareas se deben fortalecer para entender el fenómeno y atacar sus causas, además de tratar de paliar sus irremediables consecuencias, ya que, en el caso de nuestro país, el fenómeno migratorio tiene un nivel de importancia enorme a nivel global.

En ese sentido, tuve la oportunidad de participar de la Conferencia denominada “Los Parlamentos y los Pactos Mundiales sobre Migración y Refugiados: Sentar las Bases de una Cooperación Internacional más Sólida y de una Implementación Reforzada a Escala Nacional”, albergada por el país en el mundo que tiene el mayor número de inmigrantes en el mundo: Turquía. Ejercicio que más que expositivo es de fomento a medidas urgentes por parte de los Parlamentos en el mundo para resolver el tema de la migración en todas sus aristas posibles.

En 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (PMM) y el Pacto Mundial sobre los Refugiados (PMR), sin embargo, a pesar de ser un esfuerzo enorme a nivel mundial y de los enormes beneficios que trajo consigo, el problema migratorio se ha dejado crecer tanto que hoy las medidas tomadas han sido insuficientes, además de que muchos países no han generado un esfuerzo mayor para la implementación de medidas que atiendan el fenómeno.

No se trata de tener barreras en las fronteras para contener el flujo migratorio, las tareas van más allá y todas las personas estamos involucradas, sobre todo aquellas que formamos parte de Parlamentos, ya que mucho del entramado legal recae en nosotros y la revelación de una nueva realidad. Para ello debemos cargar con alternativas y soluciones más allá de posturas políticas, ya que, sin importar quién gobierne, el problema existe y nos afecta a todas y todos.

Debemos atacar las causas de la migración para evitar en mayor medida los movimientos migratorios forzados por la falta de oportunidades o de seguridad en los lugares de origen; es fundamental tener mano firme con la delincuencia organizada transnacional que ha visto el tráfico de personas como un negocio muy lucrativo; y, desde luego, debemos atender a las personas que se encuentran migrando por refugio, nuevas y mejores oportunidades o porque están en tránsito.

Todo a través de una clara distribución de responsabilidades donde los países involucrados asuman su papel, colaboren y busquen que las personas, independientemente de su estatus migratorio, puedan tener una vida digna y con inclusión social, para lo cual se requiere colaboración permanente entre los países con mayor flujo migratorio, entre los que se encuentra México como uno de los más importantes a nivel mundial y en el que buscamos que existan condiciones para tratar a las personas con el mayor respeto y apegados al marco legal para lograr una verdadera transición a una región de libre paso pero con orden y respeto a las normas.

Queda mucho por hacer, por lo que esfuerzos como este, son el primer paso para traer propuestas claras y eficientes a un país que lo necesita con urgencia.


Jorge Alberto, hondureño de nacimiento, avecindado en El Salvador cuando sus padres se mudaron a esa ciudad en busca de mejores oportunidades cuando él tenía 3 años, hoy tiene 12 años y sabe que las circunstancias de vida en su país de origen no son nada prometedoras debido a que la educación no le garantiza estabilidad financiera y, particularmente, en la región en la que vive, la violencia se convierte en un monstruo que tarde o temprano lo atrapara o lo llevara a combatir junto a él. Por ello, a pesar de la separación de su familia y de su hermoso pueblo, ha decidido emprender el viaje hacia el sueño americano con todo lo que ello implica; consiguió 800 dólares para darle a una persona que garantiza el cruce de fronteras de forma ilegal, sin embargo, llegado al desierto de Arizona y después de muchas calamidades en su paso por México, fue abandonado junto con otros 15 chicos en la dureza del desierto de Arizona.

El problema de la migración no se trata sólo de un tema de contención forzosa por parte de gobiernos, por lo que las tareas se deben fortalecer para entender el fenómeno y atacar sus causas, además de tratar de paliar sus irremediables consecuencias, ya que, en el caso de nuestro país, el fenómeno migratorio tiene un nivel de importancia enorme a nivel global.

En ese sentido, tuve la oportunidad de participar de la Conferencia denominada “Los Parlamentos y los Pactos Mundiales sobre Migración y Refugiados: Sentar las Bases de una Cooperación Internacional más Sólida y de una Implementación Reforzada a Escala Nacional”, albergada por el país en el mundo que tiene el mayor número de inmigrantes en el mundo: Turquía. Ejercicio que más que expositivo es de fomento a medidas urgentes por parte de los Parlamentos en el mundo para resolver el tema de la migración en todas sus aristas posibles.

En 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (PMM) y el Pacto Mundial sobre los Refugiados (PMR), sin embargo, a pesar de ser un esfuerzo enorme a nivel mundial y de los enormes beneficios que trajo consigo, el problema migratorio se ha dejado crecer tanto que hoy las medidas tomadas han sido insuficientes, además de que muchos países no han generado un esfuerzo mayor para la implementación de medidas que atiendan el fenómeno.

No se trata de tener barreras en las fronteras para contener el flujo migratorio, las tareas van más allá y todas las personas estamos involucradas, sobre todo aquellas que formamos parte de Parlamentos, ya que mucho del entramado legal recae en nosotros y la revelación de una nueva realidad. Para ello debemos cargar con alternativas y soluciones más allá de posturas políticas, ya que, sin importar quién gobierne, el problema existe y nos afecta a todas y todos.

Debemos atacar las causas de la migración para evitar en mayor medida los movimientos migratorios forzados por la falta de oportunidades o de seguridad en los lugares de origen; es fundamental tener mano firme con la delincuencia organizada transnacional que ha visto el tráfico de personas como un negocio muy lucrativo; y, desde luego, debemos atender a las personas que se encuentran migrando por refugio, nuevas y mejores oportunidades o porque están en tránsito.

Todo a través de una clara distribución de responsabilidades donde los países involucrados asuman su papel, colaboren y busquen que las personas, independientemente de su estatus migratorio, puedan tener una vida digna y con inclusión social, para lo cual se requiere colaboración permanente entre los países con mayor flujo migratorio, entre los que se encuentra México como uno de los más importantes a nivel mundial y en el que buscamos que existan condiciones para tratar a las personas con el mayor respeto y apegados al marco legal para lograr una verdadera transición a una región de libre paso pero con orden y respeto a las normas.

Queda mucho por hacer, por lo que esfuerzos como este, son el primer paso para traer propuestas claras y eficientes a un país que lo necesita con urgencia.