/ jueves 18 de febrero de 2021

PRIMER PASO HACIA LA MOVILIDAD URBANA


Quienes vivimos en la capital del Estado sabemos que es una ciudad que ha crecido sin planificación urbana, por ejemplo, los jales que provocan enfermedades, viviendas asentadas en suelos no propicios, grandes fraccionamientos en las periferias, pocas zonas verdes, crisis de transporte, barrios inseguros y con gran cantidad de basura.

Lo cierto es que la presente administración, encabezada por Sergio Baños ha dado muestras de tener la voluntad política y la capacidad para comenzar a resolver cada uno de estos problemas.

Mediante el Boletín núm. 32; la presidencia municipal de Pachuca informó que clausuró la empresa Movi Parq, compañía operadora de los parquímetros, debido a que su licencia de funcionamiento tiene 3 años vencida. La empresa tiene 15 días hábiles para subsanar las observaciones realizadas también por la Secretaría de Obras Públicas para no perder su licencia de forma permanente y durante este periodo los parquímetros quedan inhabilitados. Además la Tesorería Municipal informó que son más de 4 millones de pesos por conceptos de multas los que Moviparq no entregó al municipio.

Se llega a la conclusión que los parquímetros planeados y bien utilizados, sobre todo con transparencia pueden ser una opción que favorezca la circulación en zonas conglomeradas, pero, en este caso la opacidad hizo que fuera todo lo contrario.

Seguramente se terminará el uso de parquímetros, pero, la falta de estacionamiento público, la congestión en el tránsito vehicular, así como los problemas derivados de un poco eficiente transporte público y el incremento del uso de vehículos privados continuarán.

Por lo anterior el tema de fondo que se debe discutir en Pachuca y en otras ciudades, es la movilidad urbana sostenible que puede definirse, “en función de la existencia de un sistema y de unos patrones de transporte capaces de proporcionar los medios y oportunidades para cubrir las necesidades económicas, ambientales y sociales, eficiente y equitativamente, evitando los innecesarios impactos negativos y sus costes asociados”.

La Unión Internacional de Transporte Público (UITP) considera que la movilidad urbana sostenible ha de basarse en tres “pilares”: un uso del suelo que incorpore las necesidades de movilidad, la restricción del uso del vehículo privado y la promoción de un sistema de transporte público eficaz.

La autora Carmen Lizárraga, en su artículo “Movilidad urbana sostenible: un reto para las ciudades del siglo XXI” da las siguientes recomendaciones con base en organismos internacionales: La movilidad sostenible en las áreas urbanas ha de integrarse en políticas más amplias de ordenación del territorio y usos del suelo; Los modos de transporte poco contaminantes localmente, como el tren ligero, el metro y los vehículos eléctricos, proporcionarían una movilidad con un alto nivel de ocupación en los centros de las ciudades, y los derechos especiales de paso y el acceso restringido para el transporte privado mejorarían la seguridad y la calidad del aire y la instrumentación de un sistema de transporte multimodal promovería un ahorro energético importante, especialmente si se fomentara el uso de los vehículos menos contaminantes.

Para lograr los tres puntos y aterrizar las soluciones ya estudiadas es lógico que se necesite la aportación de los tres niveles de gobierno, de expertos y de la ciudadanía, esperemos que la regularización de parquímetros sólo sea un primer paso hacia un proyecto mayor, la movilidad urbana.



Quienes vivimos en la capital del Estado sabemos que es una ciudad que ha crecido sin planificación urbana, por ejemplo, los jales que provocan enfermedades, viviendas asentadas en suelos no propicios, grandes fraccionamientos en las periferias, pocas zonas verdes, crisis de transporte, barrios inseguros y con gran cantidad de basura.

Lo cierto es que la presente administración, encabezada por Sergio Baños ha dado muestras de tener la voluntad política y la capacidad para comenzar a resolver cada uno de estos problemas.

Mediante el Boletín núm. 32; la presidencia municipal de Pachuca informó que clausuró la empresa Movi Parq, compañía operadora de los parquímetros, debido a que su licencia de funcionamiento tiene 3 años vencida. La empresa tiene 15 días hábiles para subsanar las observaciones realizadas también por la Secretaría de Obras Públicas para no perder su licencia de forma permanente y durante este periodo los parquímetros quedan inhabilitados. Además la Tesorería Municipal informó que son más de 4 millones de pesos por conceptos de multas los que Moviparq no entregó al municipio.

Se llega a la conclusión que los parquímetros planeados y bien utilizados, sobre todo con transparencia pueden ser una opción que favorezca la circulación en zonas conglomeradas, pero, en este caso la opacidad hizo que fuera todo lo contrario.

Seguramente se terminará el uso de parquímetros, pero, la falta de estacionamiento público, la congestión en el tránsito vehicular, así como los problemas derivados de un poco eficiente transporte público y el incremento del uso de vehículos privados continuarán.

Por lo anterior el tema de fondo que se debe discutir en Pachuca y en otras ciudades, es la movilidad urbana sostenible que puede definirse, “en función de la existencia de un sistema y de unos patrones de transporte capaces de proporcionar los medios y oportunidades para cubrir las necesidades económicas, ambientales y sociales, eficiente y equitativamente, evitando los innecesarios impactos negativos y sus costes asociados”.

La Unión Internacional de Transporte Público (UITP) considera que la movilidad urbana sostenible ha de basarse en tres “pilares”: un uso del suelo que incorpore las necesidades de movilidad, la restricción del uso del vehículo privado y la promoción de un sistema de transporte público eficaz.

La autora Carmen Lizárraga, en su artículo “Movilidad urbana sostenible: un reto para las ciudades del siglo XXI” da las siguientes recomendaciones con base en organismos internacionales: La movilidad sostenible en las áreas urbanas ha de integrarse en políticas más amplias de ordenación del territorio y usos del suelo; Los modos de transporte poco contaminantes localmente, como el tren ligero, el metro y los vehículos eléctricos, proporcionarían una movilidad con un alto nivel de ocupación en los centros de las ciudades, y los derechos especiales de paso y el acceso restringido para el transporte privado mejorarían la seguridad y la calidad del aire y la instrumentación de un sistema de transporte multimodal promovería un ahorro energético importante, especialmente si se fomentara el uso de los vehículos menos contaminantes.

Para lograr los tres puntos y aterrizar las soluciones ya estudiadas es lógico que se necesite la aportación de los tres niveles de gobierno, de expertos y de la ciudadanía, esperemos que la regularización de parquímetros sólo sea un primer paso hacia un proyecto mayor, la movilidad urbana.