/ miércoles 6 de julio de 2022

Prevenir es ganar la primera batalla

Mariana perdió a su madre cuando tenía 20 años. Un cáncer de mama en la etapa más avanzada generó que en muy poco tiempo la enfermedad de programara y le quitara la vida, dejando a ella y dos hermanos menores sin esa figura materna que siempre ayuda y reconforta. A sabiendas de esa terrible enfermedad, el aumento en las cifras de personas fallecidas por esa causa y la conciencia que generó por medio de pláticas con médicos y especialistas en la materia, desde aquel momento supo que la exploración se volvería algo imprescindible en su vida. Las consultas ginecológicas periódicas y el conocimiento pleno de su cuerpo generaron que ante el primer momento de que encontró una anomalía en su pecho le detectaran un tumor maligno en la fase más primigenia, lo que le ayudó a salvar la vida afrontando la enfermedad a muy buen tiempo.

El cáncer es la tercera causa de muerte en nuestro país, lo que resulta alarmante si consideramos que el 16 por ciento de la población pierde la vida a causa de tan terrible enfermedad que puede llegar a prolongar el sufrimiento del paciente y de sus familias, propiciando que no sólo se convierta en un mal biológico, sino en una carga social difícil de desprenderse.

Si bien es cierto que, a pesar de los grandes avances científicos y médicos, no se ha encontrado una cura absoluta contra el cáncer en todas su manifestaciones y formas, sí contamos con elementos ara suponer que esa enfermedad puede reducirse en función de los hábitos y de la frecuencia con que nos hacemos revisiones médicas.

Especialistas en el estudio y atención de esta enfermedad, manifiestan que casi una tercera parte de los distintos tipos de cáncer son una consecuencia de malos hábitos que adquirimos en nuestra vida como el tabaquismo, la falta de ejercicio, el consumo de alimentos nocivos y del propio sedentarismo característico de la sociedad actual.

De la misma manera, los médicos coinciden en que no es lo mismo atender a un paciente de cáncer en etapa inicial que a otro en etapa 4, ya que las posibilidades de éxito en la lucha contra este mal se reducen cuando la detección no es temprana, por lo que uno de los primeros elementos que sí se encuentra de lado de todas nosotras y nosotros es la cultura de la prevención para la detección a tiempo que permita trabajar de mejor manera y con mejores resultados ante una circunstancia de salud de este tipo.

Es por ello que, desde el Senado de la República preparé un foro para llevarse a cabo el próximo 13 de julio, el cual desde el nombre, “La Ruta para la Prevención y Atención del Cáncer: Articulación e Implementación para la Salud”, tiende a puntualizar la importancia de la prevención, en la que debe participar el sistema de salud mexicano de forma concreta para lo cual requiere de recursos humanos y financieros para esta cruzada que permita mantener la salud del pueblo de México.

Debemos partir de la evidencia científica para entender cuáles son los recursos técnicos con los que contamos, pero el tema de la prevención y la atención debe ser priorizado por medio de acciones intersectoriales que vayan hacia el mismo punto, al mismo tiempo que emprendamos una fuerte campaña de concientización para la prevención en todas las áreas de este país, desde el ámbito educativo, hasta los centros de trabajo.

En la medida que sepamos que el cáncer es un enemigo común y que siempre será mejor prevenir que lamentar pérdidas humanas, tendremos la batalla ganada contra una enfermedad que casi a toda la población le ha arrebatado un ser querido.


Mariana perdió a su madre cuando tenía 20 años. Un cáncer de mama en la etapa más avanzada generó que en muy poco tiempo la enfermedad de programara y le quitara la vida, dejando a ella y dos hermanos menores sin esa figura materna que siempre ayuda y reconforta. A sabiendas de esa terrible enfermedad, el aumento en las cifras de personas fallecidas por esa causa y la conciencia que generó por medio de pláticas con médicos y especialistas en la materia, desde aquel momento supo que la exploración se volvería algo imprescindible en su vida. Las consultas ginecológicas periódicas y el conocimiento pleno de su cuerpo generaron que ante el primer momento de que encontró una anomalía en su pecho le detectaran un tumor maligno en la fase más primigenia, lo que le ayudó a salvar la vida afrontando la enfermedad a muy buen tiempo.

El cáncer es la tercera causa de muerte en nuestro país, lo que resulta alarmante si consideramos que el 16 por ciento de la población pierde la vida a causa de tan terrible enfermedad que puede llegar a prolongar el sufrimiento del paciente y de sus familias, propiciando que no sólo se convierta en un mal biológico, sino en una carga social difícil de desprenderse.

Si bien es cierto que, a pesar de los grandes avances científicos y médicos, no se ha encontrado una cura absoluta contra el cáncer en todas su manifestaciones y formas, sí contamos con elementos ara suponer que esa enfermedad puede reducirse en función de los hábitos y de la frecuencia con que nos hacemos revisiones médicas.

Especialistas en el estudio y atención de esta enfermedad, manifiestan que casi una tercera parte de los distintos tipos de cáncer son una consecuencia de malos hábitos que adquirimos en nuestra vida como el tabaquismo, la falta de ejercicio, el consumo de alimentos nocivos y del propio sedentarismo característico de la sociedad actual.

De la misma manera, los médicos coinciden en que no es lo mismo atender a un paciente de cáncer en etapa inicial que a otro en etapa 4, ya que las posibilidades de éxito en la lucha contra este mal se reducen cuando la detección no es temprana, por lo que uno de los primeros elementos que sí se encuentra de lado de todas nosotras y nosotros es la cultura de la prevención para la detección a tiempo que permita trabajar de mejor manera y con mejores resultados ante una circunstancia de salud de este tipo.

Es por ello que, desde el Senado de la República preparé un foro para llevarse a cabo el próximo 13 de julio, el cual desde el nombre, “La Ruta para la Prevención y Atención del Cáncer: Articulación e Implementación para la Salud”, tiende a puntualizar la importancia de la prevención, en la que debe participar el sistema de salud mexicano de forma concreta para lo cual requiere de recursos humanos y financieros para esta cruzada que permita mantener la salud del pueblo de México.

Debemos partir de la evidencia científica para entender cuáles son los recursos técnicos con los que contamos, pero el tema de la prevención y la atención debe ser priorizado por medio de acciones intersectoriales que vayan hacia el mismo punto, al mismo tiempo que emprendamos una fuerte campaña de concientización para la prevención en todas las áreas de este país, desde el ámbito educativo, hasta los centros de trabajo.

En la medida que sepamos que el cáncer es un enemigo común y que siempre será mejor prevenir que lamentar pérdidas humanas, tendremos la batalla ganada contra una enfermedad que casi a toda la población le ha arrebatado un ser querido.