/ miércoles 12 de agosto de 2020

Por unas elecciones ejemplares

Nos encontramos a menos de tres meses para una de las elecciones más importantes a nivel internacional por el impacto que genera en la economía y la toma de decisiones políticas en todos los países del mundo. A pesar de la pandemia por COVID19, las elecciones para Presidente de los Estados Unidos de América siguen firmes, pero con la particularidad de campañas limitadas y un discurso basado en una problemática que seguimos sufriendo.

En el caso de nuestro país el tema adquiere mayor relevancia si consideramos el aspecto geopolítico y la influencia directa que tiene sobre nosotros debido a la relación comercial que llevamos y que, incluso, recientemente se aprobó y se está echando a andar un tratado comercial de gran envergadura.

Como país vecino y socio comercial de gran relevancia, nuestra actuación debe ser nuestra y velando por los procesos democráticos de dicho país, de tal manera que los resultados sean en beneficio de toda la ciudadanía de un país que ha sufrido como ninguno los estragos de una pandemia y, además, en los últimos meses, una serie de acontecimientos que se enmarcan en problemas raciales.

Lo que venía siendo una reelección anunciada en el caso del actual Presidente estadounidense ha virado en cuanto a los números en las últimas semanas. Actualmente, algunas encuestas ponen al candidato demócrata hasta 15 puntos por encima del republicano, ventaja que, a tan pocos días de la elección luce casi imbatible por parte de Donald Trump y su equipo.

Ello sentaría un precedente importante, ya que desde que George Washington asumió como presidente de ese país, únicamente 4 presidentes en funciones no han logrado la reelección por diversos motivos. En el contexto actual se señala que la muy probable no reelección del actual presidente deriva de las muchas críticas a la forma en que manejó la pandemia y ser el país más afectado a nivel mundial por los estragos del virus, combinado con las constantes manifestaciones por actos racistas cometidos por policías en diferentes estados de dicho país, siendo la más comentada la de George Floyd que movilizó al país culpando al Presidente Trump de fomentar ese discurso de odio.

Otro elemento a considerar de cara a las elecciones estadounidenses, es el hecho de que la democracia en ese país ha llegado a ser concebida como un modelo a nivel mundial. En ella, los comicios son considerados como ejemplares por su transparencia y los pocos incidentes que se producen.

Ello es de vital importancia si consideramos que, en las elecciones anteriores hubo señalamientos de espionaje, intromisión extranjera y uso indebido de información privilegiada para detonar las aspiraciones de la entonces candidata demócrata. Adicional a esto, hace algunos días, el Presidente manifestó que, en caso de no obtener un resultado favorable, impugnaría las elecciones por las supuestas irregularidades que ya ha detectado.

Lo cierto es que unas elecciones convulsas en nuestro vecino del norte no benefician a nadie, máxime que son el termómetro a nivel mundial para la economía y la estabilidad en todo el planeta. Esperamos y confiamos que, nuevamente, ese país dé una muestra clara de transparencia, honestidad y elecciones limpias como casi siempre lo ha sido.

Nos encontramos a menos de tres meses para una de las elecciones más importantes a nivel internacional por el impacto que genera en la economía y la toma de decisiones políticas en todos los países del mundo. A pesar de la pandemia por COVID19, las elecciones para Presidente de los Estados Unidos de América siguen firmes, pero con la particularidad de campañas limitadas y un discurso basado en una problemática que seguimos sufriendo.

En el caso de nuestro país el tema adquiere mayor relevancia si consideramos el aspecto geopolítico y la influencia directa que tiene sobre nosotros debido a la relación comercial que llevamos y que, incluso, recientemente se aprobó y se está echando a andar un tratado comercial de gran envergadura.

Como país vecino y socio comercial de gran relevancia, nuestra actuación debe ser nuestra y velando por los procesos democráticos de dicho país, de tal manera que los resultados sean en beneficio de toda la ciudadanía de un país que ha sufrido como ninguno los estragos de una pandemia y, además, en los últimos meses, una serie de acontecimientos que se enmarcan en problemas raciales.

Lo que venía siendo una reelección anunciada en el caso del actual Presidente estadounidense ha virado en cuanto a los números en las últimas semanas. Actualmente, algunas encuestas ponen al candidato demócrata hasta 15 puntos por encima del republicano, ventaja que, a tan pocos días de la elección luce casi imbatible por parte de Donald Trump y su equipo.

Ello sentaría un precedente importante, ya que desde que George Washington asumió como presidente de ese país, únicamente 4 presidentes en funciones no han logrado la reelección por diversos motivos. En el contexto actual se señala que la muy probable no reelección del actual presidente deriva de las muchas críticas a la forma en que manejó la pandemia y ser el país más afectado a nivel mundial por los estragos del virus, combinado con las constantes manifestaciones por actos racistas cometidos por policías en diferentes estados de dicho país, siendo la más comentada la de George Floyd que movilizó al país culpando al Presidente Trump de fomentar ese discurso de odio.

Otro elemento a considerar de cara a las elecciones estadounidenses, es el hecho de que la democracia en ese país ha llegado a ser concebida como un modelo a nivel mundial. En ella, los comicios son considerados como ejemplares por su transparencia y los pocos incidentes que se producen.

Ello es de vital importancia si consideramos que, en las elecciones anteriores hubo señalamientos de espionaje, intromisión extranjera y uso indebido de información privilegiada para detonar las aspiraciones de la entonces candidata demócrata. Adicional a esto, hace algunos días, el Presidente manifestó que, en caso de no obtener un resultado favorable, impugnaría las elecciones por las supuestas irregularidades que ya ha detectado.

Lo cierto es que unas elecciones convulsas en nuestro vecino del norte no benefician a nadie, máxime que son el termómetro a nivel mundial para la economía y la estabilidad en todo el planeta. Esperamos y confiamos que, nuevamente, ese país dé una muestra clara de transparencia, honestidad y elecciones limpias como casi siempre lo ha sido.