El resultado de la aventura de los inversionistas ingleses en Real del Monte y Pachuca fue desastroso para ellos. No obtuvieron ni un solo beneficio o ganancia económica. Esto mucha gente no lo sabe pero en los años (cerca de 23) que los ingleses fueron dueños de las minas de la comarca, la minería no produjo ganancias por varios motivos.
En primer lugar, no explotaron las minas que tenían en Pachuca, se concentraron en las de Real del Monte. En segundo lugar, se desesperaron y suspendieron las labores de exploración y no encontraron por tanto nuevas vetas. Así que después de 23 años, decidieron vender e irse.
En realidad, la cuestión financiera estuvo mal porque al no haber ganancias, los inversionistas, dueños de acciones estaban muy inconformes con los resultados y con las solicitudes de nuevos préstamos o nuevos aportes a la inversión.
Las acciones en la Bolsa de Valores en Londres tuvieron gran oscilación. Su valor nominal había sido de 2000 dólares. Para Enero de 1824 valían en el mercado 1479 libras cada una. En 1828 valían 150 libras por acción.
En octubre de 1838, 14 años después de haberse iniciado la empresa, la acción se vendía por sólo 12 libras y 10 años más tarde, la acción se cotizaba en apenas 0.60 de libra. El valor cotizado nunca volvió a alcanzar el valor nominal. El fracaso financiero era evidente.
En Londres decidieron vender los activos, la maquinaria y las minas que tenían en Real del Monte y Pachuca. Es decir, liquidaron la empresa y la pusieron en venta.
Surgió entonces una compañía minera de inversionistas mexicanos que decidió comprar todo. En 1849 aparece así la “Compañía Aviadora de Real del Monte y Pachuca”, (aviadora por los “avíos”) perteneciente a los Srs. Manuel Escandón y Juan Antonio Beistegui, quienes aprovechando la experiencia y los conocimientos de los trabajadores y directivos ingleses, los contrataron y, desechando los inconvenientes, con otra política de exploración, se dieron a la tarea de levantar la industria. Así que los únicos que regresaron a Inglaterra fueron los jefes y directivos.
Los trabajos se iniciaron y apenas habían empezado, descubrieron las vetas que el subsuelo había negado a los europeos. Se dedicaron a las minas de Pachuca, entre ellas la del Rosario, y en poco tiempo descubrieron sus ricas vetas y empezó la bonanza. Ahí comenzó una de las más exitosas épocas de la minería de la comarca. Los ingleses hicieron los trabajos necesarios pero se impacientaron y más tarde los mexicanos cosecharon todo y se enriquecieron.
En general, hasta finales del siglo XX las minas de Pachuca y Real del Monte han producido una enorme riqueza calculada en 40, 422 toneladas de plata y 232 toneladas de oro, equivalente a 1,300 millones de Onzas Troy de plata y 7.5 millones de Onzas Troy de Oro.
Abril 2020 Contingencia (Covid19)
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