/ miércoles 19 de febrero de 2020

Ni Instituto, ni de Salud, ni del Bienestar; el INSABI una burla institucional

SAMPERE AUDE


Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) un sistema de salud es aquello que tiene que ver con la infraestructura, el personal, la organización y los recursos económicos destinados a mejorar la calidad de la salud de la población.

En julio del año 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador envío a la Cámara de Diputados una iniciativa para crear el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI), prometiendo con su creación que los 69 millones de mexicanos que no cuentan con un servicio de salud podrían acceder a un sistema comparado con el de países como Dinamarca o Finlandia, a finales del mes de diciembre fue aprobada la iniciativa por la mayoría de diputados con la que cuenta el presidente a través del Grupo Parlamentario de Morena y sus aliados.

Con la intención de que por decreto y por supuesto demagógicamente esos 69 millones de mexicanos gozarían de ese servicio, el presidente crea nuevamente una crisis nacional, que desafortunadamente hoy no solo atenta contra la estabilidad económica, contra la propiedad privada de los ciudadanos, contra los derechos de las mujeres, contra la seguridad, hoy el presidente atenta contra la vida y la integridad de millones de mexicanos.

Los estudios que se han generado en torno al tema señalan que para poder contar con un sistema de salud universal y que cuente con estándares de calidad en la atención, por lo menos el Congreso debería destinar 346 mil millones de pesos, lo cual dista mucho de los 121 mil millones de pesos que para el 2020 etiquetó en el rubro.

Aunado a todas estas limitantes que no permiten tener un sistema de salud eficaz, llega una nueva ocurrencia del Presidente de la República y su equipo, que pretende poner en marcha un sistema de salud que no cuenta ni con pies ni cabeza, donde no hubo planeación estratégica y sobre todo no existe un modelo de transición de un sistema a otro.

Hoy el común denominador en los hospitales de todo el país son los largos tiempos de espera para que un paciente pueda ser atendido, el desabasto de medicamentos es una realidad, como reales son las excusas del Gobierno federal sobre el señalamiento de que las grandes farmacéuticas están detrás de este boicot de suministro, es condenable que algunos pacientes hayan perdido la vida por no recibir los medicamentos adecuados suficientes para sus padecimientos, parafraseando al Presidente de la República: el Instituto de Salud para el Bienestar ni es instituto, ni es de salud y dista mucho de ser para el bienestar.

Pareciera un instituto de la muerte que tiene por objeto exterminar a miles de mexicanos que requieren de tratamientos, procedimientos quirúrgicos o atención médica especializada y con ello ahorrar un número importante de recursos para posteriormente ser destinados a los servidores de la nación para continuar formando el ejército electoral de Morena.

Desafortunadamente, el panorama se ve complicado, las cosas no van a mejorar, al contrario, se van a poner peores, por lo que requerimos hacerle frente a la crisis y pasar de la denuncia a la defensa, por ello en el PRD hemos emprendido la campaña #Yotedefiendo que tiene la finalidad de dotar de asesoría jurídica a los pacientes que les hayan suspendido algún tratamiento médico y ampararlo ante la justicia federal y puedan ser reactivados los tratamientos.

Los derechos humanos y las libertades son cosas que no se deberían litigar; sin embargo, ante la insensibilidad del gobierno federal, habremos de seguir luchando y defendiendo a las víctimas de las decisiones que se toman desde el ejecutivo federal.

SAMPERE AUDE


Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) un sistema de salud es aquello que tiene que ver con la infraestructura, el personal, la organización y los recursos económicos destinados a mejorar la calidad de la salud de la población.

En julio del año 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador envío a la Cámara de Diputados una iniciativa para crear el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI), prometiendo con su creación que los 69 millones de mexicanos que no cuentan con un servicio de salud podrían acceder a un sistema comparado con el de países como Dinamarca o Finlandia, a finales del mes de diciembre fue aprobada la iniciativa por la mayoría de diputados con la que cuenta el presidente a través del Grupo Parlamentario de Morena y sus aliados.

Con la intención de que por decreto y por supuesto demagógicamente esos 69 millones de mexicanos gozarían de ese servicio, el presidente crea nuevamente una crisis nacional, que desafortunadamente hoy no solo atenta contra la estabilidad económica, contra la propiedad privada de los ciudadanos, contra los derechos de las mujeres, contra la seguridad, hoy el presidente atenta contra la vida y la integridad de millones de mexicanos.

Los estudios que se han generado en torno al tema señalan que para poder contar con un sistema de salud universal y que cuente con estándares de calidad en la atención, por lo menos el Congreso debería destinar 346 mil millones de pesos, lo cual dista mucho de los 121 mil millones de pesos que para el 2020 etiquetó en el rubro.

Aunado a todas estas limitantes que no permiten tener un sistema de salud eficaz, llega una nueva ocurrencia del Presidente de la República y su equipo, que pretende poner en marcha un sistema de salud que no cuenta ni con pies ni cabeza, donde no hubo planeación estratégica y sobre todo no existe un modelo de transición de un sistema a otro.

Hoy el común denominador en los hospitales de todo el país son los largos tiempos de espera para que un paciente pueda ser atendido, el desabasto de medicamentos es una realidad, como reales son las excusas del Gobierno federal sobre el señalamiento de que las grandes farmacéuticas están detrás de este boicot de suministro, es condenable que algunos pacientes hayan perdido la vida por no recibir los medicamentos adecuados suficientes para sus padecimientos, parafraseando al Presidente de la República: el Instituto de Salud para el Bienestar ni es instituto, ni es de salud y dista mucho de ser para el bienestar.

Pareciera un instituto de la muerte que tiene por objeto exterminar a miles de mexicanos que requieren de tratamientos, procedimientos quirúrgicos o atención médica especializada y con ello ahorrar un número importante de recursos para posteriormente ser destinados a los servidores de la nación para continuar formando el ejército electoral de Morena.

Desafortunadamente, el panorama se ve complicado, las cosas no van a mejorar, al contrario, se van a poner peores, por lo que requerimos hacerle frente a la crisis y pasar de la denuncia a la defensa, por ello en el PRD hemos emprendido la campaña #Yotedefiendo que tiene la finalidad de dotar de asesoría jurídica a los pacientes que les hayan suspendido algún tratamiento médico y ampararlo ante la justicia federal y puedan ser reactivados los tratamientos.

Los derechos humanos y las libertades son cosas que no se deberían litigar; sin embargo, ante la insensibilidad del gobierno federal, habremos de seguir luchando y defendiendo a las víctimas de las decisiones que se toman desde el ejecutivo federal.