/ jueves 10 de junio de 2021

Migración: El dolor de cabeza de EUA

A Estados Unidos le interesa que los países subdesarrollados no expulsen más gente a su territorio, este ha sido su peor dolor de cabeza. Kamala Harris, Vicepresidenta de Estados Unidos y brazo ejecutor del Presidente Joe Biden, estuvo en México el 8 de junio, días antes Marcelo Ebrard había declarado el interés por el tema de la migración, lo que supuso un diseño de propuestas de nuestro gobierno.

Cabe destacar que son tres acciones las que históricamente Estados Unidos en mayor o menor medida ha implementado para reducir dicho fenómeno: el primero es evitar el paso de migrantes llegando incluso a tener como proyecto un muro del cual desistió Biden, pero continúan por ejemplo, la patrulla fronteriza; en segundo lugar, el control natal de la población, que a través de la ONU (Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo y su relación con las Conferencias de la Mujer) aceleran la planificación familiar (incluye educación, métodos anticonceptivos y legalización del aborto) y en tercer lugar, es el propio desarrollo de los países.

Es un paso muy positivo el enfoque a la raíz del problema, siendo las 11:00 horas funcionarios del gobierno de Estados Unidos y de México se reunieron en una de las salas principales de Palacio Nacional luego mediante un comunicado de la Presidencia nos informó lo siguiente:

“La reunión entre ambos mandatarios se traduce en avances como la puesta en marcha de nuevos mecanismos de cooperación económica de alto nivel; el fortalecimiento y atracción de inversión extranjera a México; la atención a las causas estructurales de migración en la región; la protección de derechos humanos, particularmente de las personas migrantes; y el impulso de los derechos laborales en México y Estados Unidos” además de que “ambos países reafirmaron el compromiso de avanzar de manera coordinada y conjunta en contra del SARS-CoV-2”.

En materia económica es preciso destacar que ambas delegaciones fijaron acciones adicionales para fortalecer la confianza y facilitar inversiones estadounidenses en México, particularmente en el sur del país. Destacan propuestas de proyectos de infraestructura en el Istmo de Tehuantepec; una misión comercial de tecnologías ambientales, así como proyectos para la construcción de vivienda de costo accesible y el fortalecimiento de empresas rurales agrícolas.

Se firmó un Memorándum de Entendimiento en materia de cooperación internacional para el desarrollo simboliza la voluntad conjunta de ambos países para atender causas estructurales de la migración.

Un interesante anuncio fue que “a fin de avanzar en las oportunidades que brinda el T-MEC para impulsar inversiones en la región, se llevará a cabo en el mes de septiembre la reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN”).

Por lo anterior, se debe dar seguimiento a los puntos de acuerdo, así como la cantidad de recursos y las regiones que impactarán, lo cual seguramente se verá reflejado en Hidalgo (con grado de intensidad migratorio alto), la visita de Kamala Harris también tiene una lectura política, al simbolizar su respaldo al Gobierno luego de las elecciones.

A Estados Unidos le interesa que los países subdesarrollados no expulsen más gente a su territorio, este ha sido su peor dolor de cabeza. Kamala Harris, Vicepresidenta de Estados Unidos y brazo ejecutor del Presidente Joe Biden, estuvo en México el 8 de junio, días antes Marcelo Ebrard había declarado el interés por el tema de la migración, lo que supuso un diseño de propuestas de nuestro gobierno.

Cabe destacar que son tres acciones las que históricamente Estados Unidos en mayor o menor medida ha implementado para reducir dicho fenómeno: el primero es evitar el paso de migrantes llegando incluso a tener como proyecto un muro del cual desistió Biden, pero continúan por ejemplo, la patrulla fronteriza; en segundo lugar, el control natal de la población, que a través de la ONU (Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo y su relación con las Conferencias de la Mujer) aceleran la planificación familiar (incluye educación, métodos anticonceptivos y legalización del aborto) y en tercer lugar, es el propio desarrollo de los países.

Es un paso muy positivo el enfoque a la raíz del problema, siendo las 11:00 horas funcionarios del gobierno de Estados Unidos y de México se reunieron en una de las salas principales de Palacio Nacional luego mediante un comunicado de la Presidencia nos informó lo siguiente:

“La reunión entre ambos mandatarios se traduce en avances como la puesta en marcha de nuevos mecanismos de cooperación económica de alto nivel; el fortalecimiento y atracción de inversión extranjera a México; la atención a las causas estructurales de migración en la región; la protección de derechos humanos, particularmente de las personas migrantes; y el impulso de los derechos laborales en México y Estados Unidos” además de que “ambos países reafirmaron el compromiso de avanzar de manera coordinada y conjunta en contra del SARS-CoV-2”.

En materia económica es preciso destacar que ambas delegaciones fijaron acciones adicionales para fortalecer la confianza y facilitar inversiones estadounidenses en México, particularmente en el sur del país. Destacan propuestas de proyectos de infraestructura en el Istmo de Tehuantepec; una misión comercial de tecnologías ambientales, así como proyectos para la construcción de vivienda de costo accesible y el fortalecimiento de empresas rurales agrícolas.

Se firmó un Memorándum de Entendimiento en materia de cooperación internacional para el desarrollo simboliza la voluntad conjunta de ambos países para atender causas estructurales de la migración.

Un interesante anuncio fue que “a fin de avanzar en las oportunidades que brinda el T-MEC para impulsar inversiones en la región, se llevará a cabo en el mes de septiembre la reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN”).

Por lo anterior, se debe dar seguimiento a los puntos de acuerdo, así como la cantidad de recursos y las regiones que impactarán, lo cual seguramente se verá reflejado en Hidalgo (con grado de intensidad migratorio alto), la visita de Kamala Harris también tiene una lectura política, al simbolizar su respaldo al Gobierno luego de las elecciones.