/ sábado 26 de septiembre de 2020

Manolo Fábregas, “El señor teatro”

Manuel Sánchez Navarro Schiller, nació el 15 de julio de 1921 en Vigo, España, en la provincia de Pontevedra. Tierra de pescadores. Al lado de su abuela, Virginia Fábregas y sus padres llegó a México. Su abuela le inculcó el amor por el teatro. Manolo Fábregas se desempeñó con gran éxito como actor, después comenzó a dirigir y a producir obras. El escenario fue su mundo particular. Su talento lo llevó a incursionar en el cine, la radio y televisión en nuestro país. Una de sus actuaciones más sonadas en los años 50 fue en la cinta “El mártir del calvario”.

En la actuación alternaba con las más grandes figuras del espectáculo como fue María Felix. Su biografía nos indica que Manolo Fábregas, “El señor teatro” fue fundamental en el primer estreno teatral en nuestro país, con la obra; “Testigo de cargo” de Agatha Christie, en el Teatro de los Insurgentes. La aclamación de críticos y periodistas de la fuente fue rotundamente favorable. En la televisión mantuvo por tres años su programa “La telecomedia de Manolo Fábregas”.

Su trabajo artístico le llevó a recorrer varios países colocando al nuestro en las grandes marquesinas. México logró grandes laureles gracias al virtuosismo de Manolo Fábregas. Asimismo abrió las puertas de los teatros “Manolo Fábregas” y el “San Rafael”. También dio vida al taller de actuación que con el paso del tiempo se convirtió en el “Centro Cultural Virginia Fábregas” semillero de actores y grandes figuras de los escenarios.

En el año 1977 rompió récord de asistencia y permanencia de funciones con la puesta en escena “El diluvio que viene”, superando las mil representaciones, por lo que la obra se convirtió en el clásico musical de nuestro país. En el cine los papeles desarrollados en películas como “Mecánica Nacional” y “Lagunilla mi barrio” entre otros, son aun aclamados. Manolo Fábregas llevó su vida al teatro y fue fiel a la máxima de Victor Hugo; “El teatro es un crisol de civilizaciones”.

Manolo Fábregas siempre tuvo respeto y amor por los tres conceptos del Teatro. El texto, que es la composición escrita de la pieza teatral, formada por los diálogos que definen la historia. La dirección de los elementos de la obra representada; desde las actuaciones hasta la escenografía, el vestuario, la decoración, el maquillaje, la música, el sonido, y la iluminación. Y la actuación, que es la manera en que los actores transmiten al público la verdad de cada personaje. El legado cultural que dejó este hombre que vino de lejos es un acervo que día a día continúa dejando frutos.

Manuel Sánchez Navarro Schiller, nació el 15 de julio de 1921 en Vigo, España, en la provincia de Pontevedra. Tierra de pescadores. Al lado de su abuela, Virginia Fábregas y sus padres llegó a México. Su abuela le inculcó el amor por el teatro. Manolo Fábregas se desempeñó con gran éxito como actor, después comenzó a dirigir y a producir obras. El escenario fue su mundo particular. Su talento lo llevó a incursionar en el cine, la radio y televisión en nuestro país. Una de sus actuaciones más sonadas en los años 50 fue en la cinta “El mártir del calvario”.

En la actuación alternaba con las más grandes figuras del espectáculo como fue María Felix. Su biografía nos indica que Manolo Fábregas, “El señor teatro” fue fundamental en el primer estreno teatral en nuestro país, con la obra; “Testigo de cargo” de Agatha Christie, en el Teatro de los Insurgentes. La aclamación de críticos y periodistas de la fuente fue rotundamente favorable. En la televisión mantuvo por tres años su programa “La telecomedia de Manolo Fábregas”.

Su trabajo artístico le llevó a recorrer varios países colocando al nuestro en las grandes marquesinas. México logró grandes laureles gracias al virtuosismo de Manolo Fábregas. Asimismo abrió las puertas de los teatros “Manolo Fábregas” y el “San Rafael”. También dio vida al taller de actuación que con el paso del tiempo se convirtió en el “Centro Cultural Virginia Fábregas” semillero de actores y grandes figuras de los escenarios.

En el año 1977 rompió récord de asistencia y permanencia de funciones con la puesta en escena “El diluvio que viene”, superando las mil representaciones, por lo que la obra se convirtió en el clásico musical de nuestro país. En el cine los papeles desarrollados en películas como “Mecánica Nacional” y “Lagunilla mi barrio” entre otros, son aun aclamados. Manolo Fábregas llevó su vida al teatro y fue fiel a la máxima de Victor Hugo; “El teatro es un crisol de civilizaciones”.

Manolo Fábregas siempre tuvo respeto y amor por los tres conceptos del Teatro. El texto, que es la composición escrita de la pieza teatral, formada por los diálogos que definen la historia. La dirección de los elementos de la obra representada; desde las actuaciones hasta la escenografía, el vestuario, la decoración, el maquillaje, la música, el sonido, y la iluminación. Y la actuación, que es la manera en que los actores transmiten al público la verdad de cada personaje. El legado cultural que dejó este hombre que vino de lejos es un acervo que día a día continúa dejando frutos.