* Primero las leyes, antes que la justicia por propia mano * Privilegiar Estado de Derecho y el respeto a las instituciones
Pachuca, Hidalgo.- Cada vez con mayor frecuencia nos enteramos de hechos que ocurren al margen de la ley en busca de “hacer justicia”. Es como vivir bajo la ley del talión: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero ni siquiera eso, ya que muchas veces los presuntos responsables se convierten en víctimas, sin siquiera una investigación previa para corroborar que haya sido culpable de lo que se le acusa. Estamos seguros que en este momento, usted, lector, está pensando en los casos de linchamiento más recientes que han ocurrido. Linchamientos en los que participan decenas de personas, aunque son unos cuantos quienes cometen el delito. Y últimamente las redes sociales han jugado un papel importante al convertirse en el medio para generar el enojo, el odio y las ganas de cobrar venganza. Pero no necesariamente hablamos de linchamientos multitudinarios. En ocasiones un vecino ataca al otro en busca de “hacer justicia” porque considera que así debe ser; a veces un conductor agrede a otro porque desde su punto de vista hizo algo indebido. Más lamentable es cuando la decisión de “hacer justicia” llega a los estudiantes, dentro o fuera de las escuelas públicas y privadas. Incluso se han registrado casos de jóvenes que usan armas para enfrentar eso que hoy llamamos “bullying”. Y para nadie es desconocido que también se han dado casos en que algunos profesores y profesoras han agredido a sus alumnos, aunque no siempre se comprueba. Hoy, nos cuentan, en la escuela Niños Héroes, localizada en la colonia Venta Prieta, de Pachuca, se vive una historia parecida. Nos dicen que hace unos días una de las profesoras fue seriamente golpeada por los padres de uno de los alumnos, porque este les dijo que ella lo maltrató. Por supuesto que a ningún padre o madre de familia le gustaría que alguno de sus hijos fuese violentado. Pero tampoco se vale que solo porque en un grupo de una aplicación de mensajes se vierten comentarios que solo incrementan el enojo y el encono. Aun así, sigue quedando la duda si la profesora agredió o no al menor. Y si lo hizo, por qué no mejor acudir a las instituciones para que sean ellas las que procedan, y deje de practicarse la justicia por propia mano, que tanto daño hace a la sociedad. Algo muy serio está pasando. Cada vez con más frecuencia la ciudadanía está ignorando las leyes que rigen la convivencia social. Las leyes que establecen los castigos para quienes cometen un delito. Quizá esto se deba a los altos índices de impunidad que existen en nuestro México. Por ello, es tiempo de que las autoridades comprendan la importancia, la urgencia de atajar esta situación. Los mexicanos no debemos vivir bajo la ley del talión, ni regirnos por la ley del más fuerte. Esta es una buena llamada de atención para las autoridades responsables de impartir justicia. UN TARRO EN LA CABEZA Y para rematar, les compartimos el caso de una mujer que se encontró con su exmarido en la Feria. Un encuentro nada agradable, aunque cualquiera pensaría lo contrario. Lo que sucede es que el hombre estaba disfrutando, pero en compañía de otra mujer. Así que su exesposa no dudó en estrellarle un tarro de cerveza en la cabeza.