El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador realizó una visita más al estado de Hidalgo.
Esta vez estuvo en Acaxochitlán, donde se reunió, por enésima vez, con el gobernador Omar Fayad Meneses, ahora para evaluar el tema de los daños causados por las inundaciones y las intensas lluvias que se han registrado en las últimas semanas sobre territorio hidalguense.
Antes de esta gira, el mandatario nacional estuvo en la entidad debido a la tragedia ocurrida en Tlahuelilpan, por la explosión en un ducto de Petróleos Mexicanos cuando se extraía hidrocarburo ilegalmente.
Y otro tema que ha requerido la presencia del jefe del Ejecutivo federal es el del huachicol, problemática que sigue vigente a pesar de los esfuerzos realizados por los diferentes órdenes de gobierno para frenarla, ya que constituye un importante motor económico para miles de familias en el estado.
Desafortunadamente Hidalgo y su población han vivido esas situaciones complejas, críticas y dolorosas en los últimos años, en la administración del gobernador Omar Fayad Meneses, a lo que se debe sumar la pandemia por el coronavirus.
Y hoy el gobierno estatal ha puesto el dedo en la llaga al plantear la importancia de atender la situación ambiental en la región de Tula, ya que las inundaciones ocasionadas por los altos volúmenes de lluvias que se sumaron a las aguas negras que vienen de la Ciudad de México, dejaron al descubierto una problemática que requiere acción inmediata.
Habrá una nueva visita de López Obrador y será en Tula, pero darle solución a lo que se vive en esa zona requerirá de miles de millones de pesos. Pero el gobierno federal no está gastando mucho si no se trata de las grandes obras del presidente.
INSUFICIENTES APOYOS PARA AFECTADOS
Aun cuando el gobierno federal ha destinado 55 millones de pesos para ayudar a mil 279 afectados por las lluvias y las inundaciones recientes, las más de seis mil familias que siguen sufriendo las consecuencias de los daños en sus hogares exigen más apoyos y una solución pronta a sus necesidades.
Si dividimos los 55 millones entre los mil 257 ciudadanos que se les han entregados los apoyos económicos, cada uno de ellos habría recibido un promedio de 43 mil 754 pesos, pero las pérdidas y las reparaciones necesarias superan con mucho ese monto.
Y es que no sólo es comprar estufa, refrigerador, sala, comedor y lavadora. No. Quienes han estado en la zona de Tula y que han ingresado a diferentes inmuebles que se inundaron nos explican que además se requiere limpiar y desinfectar las tuberías del gas y agua, así como los ductos del cableado eléctrico e incluso tirar y sustituir el aplanado de las paredes porque las aguas negras se impregnaron en todo ello.
SE ACUMULA EL TRABAJO PARA LAS COMISIONES
En el Congreso local se sigue acumulando el trabajo para las comisiones legislativas, las cuales aún no han sido integradas y por ende cuando finalmente queden conformadas tendrán que apresurar el paso para analizar y dictaminar los diferentes asuntos que han sido presentados en la tribuna cameral.
De hecho, nos platican que podría ser esta semana cuando se definan las presidencias, secretarías y el resto de los integrantes.
Pero lo que más llama la atención es que las votaciones en el pleno han dejado de ser por unanimidad.
Comienzan a dividirse los votos de acuerdo con los temas. ¿Será que ya se definieron los dos grandes bloques? ¿Será que distribución de las presidencias de comisiones agravará a esa división?
