/ lunes 18 de octubre de 2021

LOS ARCOS DE TEMBLEQUE EN ZEMPOALA

A legua y media al poniente de Zempoala Hgo. existe parte de un muy notable Acueducto que se ha llamado en honor a su realizador, "El Acueducto del Padre Tembleque," Fraile Franciscano de origen español, debe haber estudiado en las bibliotecas del viejo mundo en el siglo XVI cuando más se aprendía en los conventos que en las universidades en pleno Renacimiento en España.

Sin duda alguna, Francisco de Tembleque debe haberse nutrido en los tratados del gran Marco Vitrubio Polión, autor de la biblia de los arquitectos de varios siglos llamada "De' Architectura.” De humilde origen y conducta ejemplar, el Fraile fue el arquitecto en jefe de la obra en la que el único ibero era él, ya que todos los operarios fueron indígenas de esta tierra llamada ahora Estado de Hidalgo.

El Acueducto de Zempoala es muy largo, casi 45 kilómetros desde su origen en el cerro del Tecajete hasta la población de Otumba, que es adonde llevaba el agua, que compartía también con Zempoala.

El acueducto algunas veces va sobre arcos y otras va sobre el terreno, en algunos raros casos entra en el subsuelo para conservar los niveles requeridos. La primera arquería constaba de 46 arcos, la segunda barranca a salvar de 13 y la tercera y más notable debería de contar con 68 apoyos, que es esta que aun contemplamos. Esta vez vamos a referirnos a los arcos más notables, que son los que se conocen como arquería de Tepeyehualco.

El arco más elevado, tiene una altura de treinta y cuatro metros, similar a la del gran reloj de Pachuca y tiene un claro de 46. Para cimbrar tales vanos, fue necesario primero rellenar con muros de adobe el claro. En algunas partes de la obra no retiraron totalmente el adobe como puede apreciarse. El uso de adobe como cimbra era debido a la escasez de madera en la región ya que los españoles la usaron también como cimbra en otras obras.

El arco mayor tardó en construirse más de 5 años; los operarios indígenas que laboraban en la magna obra, conscientes de la importancia de su trabajo dejaron grabados los glifos de su grupo étnico o lugar de origen en las piedras del intradós de los arcos como aún se puede observar. El Acueducto ya no está completo ni tampoco en funcionamiento, pueden verse aún las cajas de agua, los nichos de Santos y las Garitas, así como se puede observar también si se camina sobre los arcos, la cañería original que llevó muchos años el agua a Otumba. En la perspectiva superior donde se ve la tubería, se aprecia la perfección de la traza de tan bien realizada construcción.

Es el acueducto de proporción hermosa, tiene la arcada un ritmo increíble, es un espectáculo plástico el contemplarla; cuando se fuga en perspectiva da una sensación de perfección y grandeza que ya se ha integrado al paisaje natural. Visítelo con respeto,estan muy cerca.

A legua y media al poniente de Zempoala Hgo. existe parte de un muy notable Acueducto que se ha llamado en honor a su realizador, "El Acueducto del Padre Tembleque," Fraile Franciscano de origen español, debe haber estudiado en las bibliotecas del viejo mundo en el siglo XVI cuando más se aprendía en los conventos que en las universidades en pleno Renacimiento en España.

Sin duda alguna, Francisco de Tembleque debe haberse nutrido en los tratados del gran Marco Vitrubio Polión, autor de la biblia de los arquitectos de varios siglos llamada "De' Architectura.” De humilde origen y conducta ejemplar, el Fraile fue el arquitecto en jefe de la obra en la que el único ibero era él, ya que todos los operarios fueron indígenas de esta tierra llamada ahora Estado de Hidalgo.

El Acueducto de Zempoala es muy largo, casi 45 kilómetros desde su origen en el cerro del Tecajete hasta la población de Otumba, que es adonde llevaba el agua, que compartía también con Zempoala.

El acueducto algunas veces va sobre arcos y otras va sobre el terreno, en algunos raros casos entra en el subsuelo para conservar los niveles requeridos. La primera arquería constaba de 46 arcos, la segunda barranca a salvar de 13 y la tercera y más notable debería de contar con 68 apoyos, que es esta que aun contemplamos. Esta vez vamos a referirnos a los arcos más notables, que son los que se conocen como arquería de Tepeyehualco.

El arco más elevado, tiene una altura de treinta y cuatro metros, similar a la del gran reloj de Pachuca y tiene un claro de 46. Para cimbrar tales vanos, fue necesario primero rellenar con muros de adobe el claro. En algunas partes de la obra no retiraron totalmente el adobe como puede apreciarse. El uso de adobe como cimbra era debido a la escasez de madera en la región ya que los españoles la usaron también como cimbra en otras obras.

El arco mayor tardó en construirse más de 5 años; los operarios indígenas que laboraban en la magna obra, conscientes de la importancia de su trabajo dejaron grabados los glifos de su grupo étnico o lugar de origen en las piedras del intradós de los arcos como aún se puede observar. El Acueducto ya no está completo ni tampoco en funcionamiento, pueden verse aún las cajas de agua, los nichos de Santos y las Garitas, así como se puede observar también si se camina sobre los arcos, la cañería original que llevó muchos años el agua a Otumba. En la perspectiva superior donde se ve la tubería, se aprecia la perfección de la traza de tan bien realizada construcción.

Es el acueducto de proporción hermosa, tiene la arcada un ritmo increíble, es un espectáculo plástico el contemplarla; cuando se fuga en perspectiva da una sensación de perfección y grandeza que ya se ha integrado al paisaje natural. Visítelo con respeto,estan muy cerca.