/ sábado 28 de diciembre de 2019

Lindoro Cajiga, el asesino de Melchor Ocampo

Un villano en la historia de México. Era Lindoro un bandido que sentía rencor por la gente de holgada posición económica. Con tal sentimiento inició su vida de asaltante. Un “matasiete”: si alguien se oponía, le daba muerte. Las historias cuentan que cuando lo veían por las calles montado en su caballo “todos se escondían”. Lindoro se convirtió en el enemigo mortal de hacendados y asaltante feroz de viajeros. Encabezaba un grupo organizado de bandoleros desalmados como él. Su diámetro de operaciones estaba en el Estado de México. Eran los tiempos de la Reforma. Siendo un reconocido bandolero, su apego a la violencia y las armas, en poco tiempo se colocó al lado del conservador Leonardo Márquez, y uno de los capítulos más detestables y violentos de la vida de Lindoro fue haber apresado y dado muerte a Melchor Ocampo. Ocampo vivía en Michoacán retirado de la vida política. El unode junio de 1861 el abogado se hallaba en su hacienda de Pomoca, Michoacán.

Ahí llegó Cajiga y lo tomó prisionero. A caballo, luego de varios días, llegó con el cautivo a Tepeji del Río y lo fusiló en la Hacienda de Caltengo. El cadáver fue colgado de un árbol. Irritado, Leandro Valle decidió buscar a Lindoro Cajiga para vengar la muerte del ex ministro Ocampo. Leandro Valle fue interceptado por Leonardo Márquez. Valle fue derrotado y capturado también por el mismo Cajiga; el villano le dio muerte al liberal Valle fusilándolo por la espalda. Así Lindoro Cajiga, además de su carrera de criminal, aumentó a su biografía la muerte de dos mexicanos de bien. La muerte de Melchor Ocampo, sin embargo, estuvo acompañada por la historia de que Leonardo Márquez había dado la orden de que Lindoro Cajiga aprehendiera al exministro. No fue así, Márquez nunca dio la orden. Leonardo Márquez, años más tarde desde La Habana, señaló que ni él ni nadie ordenó aprehender a don Melchor Ocampo.

“Este acto fue exclusivo de Lindoro Cajiga: acto que juzgó como su deber, pues consideraba a Don Melchor como a uno de los más notables del bando contrario. Y juró —Márquez— por su honor, que nunca ordenó la aprehensión de Ocampo, ni le mandó fusilar, ni tuvo intervención en esta desgracia; ni siquiera tuvo noticia de lo sucedido sino después de los hechos. “Estoy —escribió— pronto a responder de mis actos en todo momento; pero ni debo, ni puedo, ni quiero responder de actos ajenos". ¿Qué pasó entonces? El equívoco fue que sí se dio la orden de fusilar a un prisionero de apellido Ugalde, pero el ayudante militar solo dijo que había la orden de fusilar al detenido, y el único que estaba en la prisión era Melchor Ocampo… Cajiga, el villano real de esta historia, orquestó todo.

Un villano en la historia de México. Era Lindoro un bandido que sentía rencor por la gente de holgada posición económica. Con tal sentimiento inició su vida de asaltante. Un “matasiete”: si alguien se oponía, le daba muerte. Las historias cuentan que cuando lo veían por las calles montado en su caballo “todos se escondían”. Lindoro se convirtió en el enemigo mortal de hacendados y asaltante feroz de viajeros. Encabezaba un grupo organizado de bandoleros desalmados como él. Su diámetro de operaciones estaba en el Estado de México. Eran los tiempos de la Reforma. Siendo un reconocido bandolero, su apego a la violencia y las armas, en poco tiempo se colocó al lado del conservador Leonardo Márquez, y uno de los capítulos más detestables y violentos de la vida de Lindoro fue haber apresado y dado muerte a Melchor Ocampo. Ocampo vivía en Michoacán retirado de la vida política. El unode junio de 1861 el abogado se hallaba en su hacienda de Pomoca, Michoacán.

Ahí llegó Cajiga y lo tomó prisionero. A caballo, luego de varios días, llegó con el cautivo a Tepeji del Río y lo fusiló en la Hacienda de Caltengo. El cadáver fue colgado de un árbol. Irritado, Leandro Valle decidió buscar a Lindoro Cajiga para vengar la muerte del ex ministro Ocampo. Leandro Valle fue interceptado por Leonardo Márquez. Valle fue derrotado y capturado también por el mismo Cajiga; el villano le dio muerte al liberal Valle fusilándolo por la espalda. Así Lindoro Cajiga, además de su carrera de criminal, aumentó a su biografía la muerte de dos mexicanos de bien. La muerte de Melchor Ocampo, sin embargo, estuvo acompañada por la historia de que Leonardo Márquez había dado la orden de que Lindoro Cajiga aprehendiera al exministro. No fue así, Márquez nunca dio la orden. Leonardo Márquez, años más tarde desde La Habana, señaló que ni él ni nadie ordenó aprehender a don Melchor Ocampo.

“Este acto fue exclusivo de Lindoro Cajiga: acto que juzgó como su deber, pues consideraba a Don Melchor como a uno de los más notables del bando contrario. Y juró —Márquez— por su honor, que nunca ordenó la aprehensión de Ocampo, ni le mandó fusilar, ni tuvo intervención en esta desgracia; ni siquiera tuvo noticia de lo sucedido sino después de los hechos. “Estoy —escribió— pronto a responder de mis actos en todo momento; pero ni debo, ni puedo, ni quiero responder de actos ajenos". ¿Qué pasó entonces? El equívoco fue que sí se dio la orden de fusilar a un prisionero de apellido Ugalde, pero el ayudante militar solo dijo que había la orden de fusilar al detenido, y el único que estaba en la prisión era Melchor Ocampo… Cajiga, el villano real de esta historia, orquestó todo.