/ miércoles 6 de octubre de 2021

La vocación y nobleza de la labor de ser docente

Cada cinco de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes; fecha en que la UNESCO y Organización Internacional del Trabajo (OIT), rinden homenaje a una de las profesiones más valiosas dentro de cualquier sociedad en desarrollo: la docencia.

Este día lo podemos iniciar rememorando y felicitando a todos aquellos profesores que han sido parte de nuestra vida, y que han aportado para la formación de cada uno de nosotros.

Sé que la vocación hace al maestro, pues tuve el honor de dar clases en la máxima casa de estudios de nuestro estado, donde hice de las aulas mi segundo hogar y de los alumnos, mis compañeros de viaje.

Estos profesionales cargan en sus hombros, la responsabilidad de formar a quienes serán parte de generaciones futuras, y de quienes dependerán sus sociedades.

En un sentido estrictamente antropológico, las maestras y maestros, cuentan con el deber de transmitir los conocimientos acumulados por siglos de nuestra civilización y nuestros antepasados.

Convertidos en la base del desarrollo de nuestra sociedad, la labor del docente ha ido ganando importancia. Tanto es así, que entre los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la educación juega un papel primordial y por ende se proyecta que, en el futuro, hará falta mayor cantidad de profesionales en esta disciplina.

La forma de compartir conocimientos, se ha modificado drásticamente debido a la actual crisis derivada del Covid-19; por lo tanto, la educación se enfrenta a nuevos retos que los docentes están afrontando con profesionalidad, vocación y con el objetivo de llevar la educación a cualquier rincón del planeta; de la mano con los alumnos y los padres de familia.

Sin duda, alumnos y profesores esperan con una gran ilusión, la posibilidad de regresar a clases presenciales (con todas las medidas sanitarias), para llenar los salones de alegría, las canchas de silbatazos y carreras, los cuadernos de conocimiento, y las mentes de metas y objetivos.

Muchas felicidades a las y los docentes de México, muchas gracias por su noble labor.

Cada cinco de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes; fecha en que la UNESCO y Organización Internacional del Trabajo (OIT), rinden homenaje a una de las profesiones más valiosas dentro de cualquier sociedad en desarrollo: la docencia.

Este día lo podemos iniciar rememorando y felicitando a todos aquellos profesores que han sido parte de nuestra vida, y que han aportado para la formación de cada uno de nosotros.

Sé que la vocación hace al maestro, pues tuve el honor de dar clases en la máxima casa de estudios de nuestro estado, donde hice de las aulas mi segundo hogar y de los alumnos, mis compañeros de viaje.

Estos profesionales cargan en sus hombros, la responsabilidad de formar a quienes serán parte de generaciones futuras, y de quienes dependerán sus sociedades.

En un sentido estrictamente antropológico, las maestras y maestros, cuentan con el deber de transmitir los conocimientos acumulados por siglos de nuestra civilización y nuestros antepasados.

Convertidos en la base del desarrollo de nuestra sociedad, la labor del docente ha ido ganando importancia. Tanto es así, que entre los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la educación juega un papel primordial y por ende se proyecta que, en el futuro, hará falta mayor cantidad de profesionales en esta disciplina.

La forma de compartir conocimientos, se ha modificado drásticamente debido a la actual crisis derivada del Covid-19; por lo tanto, la educación se enfrenta a nuevos retos que los docentes están afrontando con profesionalidad, vocación y con el objetivo de llevar la educación a cualquier rincón del planeta; de la mano con los alumnos y los padres de familia.

Sin duda, alumnos y profesores esperan con una gran ilusión, la posibilidad de regresar a clases presenciales (con todas las medidas sanitarias), para llenar los salones de alegría, las canchas de silbatazos y carreras, los cuadernos de conocimiento, y las mentes de metas y objetivos.

Muchas felicidades a las y los docentes de México, muchas gracias por su noble labor.