/ jueves 12 de agosto de 2021

La vacunación en el Día Internacional la Juventud

ACERVO


Este jueves 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud votado desde 1999 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin duda alguna, el aniversario del 2021 se da en medio de una coyuntura altamente compleja para el mundo con la permanencia aún de la pandemia sanitaria ocasionada por el COVID-19.

La juventud mundial vive en conjunto con las sociedades en general, una auténtica recomposición dentro de las rutinas y modos de vida. El desarrollo humano ha sido cambiante para todos desde hace ya más de un año en el que entre confinamientos, medidas de resguardo sanitario y demás protocolos de contención social hemos abordado nuestras dinámicas tanto personales, familiares, educativas, comerciales y profesionales.

Frente a esta nueva realidad humana, las juventudes como pilar esencial de la vitalidad de cada círculo poblacional han debido sortear también su diario desenvolvimiento como adolescentes y adultos jóvenes en medio de la mortandad tan impactante que una catástrofe sanitaria como la vivida se ha situado en su presente.

Hasta el 1° de agosto pasado, conforme a estimaciones de la Organización Mundial de Salud, habían fallecido más de 4 millones de personas en el orbe y en el caso de México con una cifra superior a las 240,000 decesos, es ya el cuarto país con mayores pérdidas humanas después de los Estados Unidos, Brasil y la India.

Bajo estos elementos de análisis se han vivido también por las y los jóvenes, las etapas iniciales en la inmunización contra el Coronavirus y en un hecho que ha sido de amplio conocimiento público, han sido testigos de las etapas progresivas por medio de las cuales los diversos grupos poblacionales, iniciado por el de adultos mayores fueron objeto de vacunaciones para tales efectos.

Conforme a diversos protocolos clínicos de investigación y por qué no decirlo, sobre la base biológica fundada que le dota de resistencias superiores frente al COVID-19 comparada a los adultos en plenitud o a los ya mencionados adultos mayores, aunque definitivamente no exenta de contagio o muerte, la juventud permaneció expectante de cada proceso por medio del cual sus familiares y amigos con edades ascendientes recibieron los fármacos elaborados por los diversos laboratorios internacionales que fabricaron las inmunizaciones contra el COVID-19.

Fue así como particularmente en México y en Hidalgo, los jóvenes permanentemente solidarios con sus redes familiares y de amistades, mantuvieron la esperanza para ser considerados en las diversas etapas de vacunación, que los sistemas de salud pública, tanto en lo federal como en lo estatal coordinan diariamente. Para fortuna de los más de 37 millones de jóvenes mexicanos, quienes representan el 31 % de nuestra población total, desde hace algunos días se ha iniciado la vacunación para mayores de 18 años cumplidos y hasta los 29 años, al margen que continúan las jornadas de inoculación sobre los grupos de 30 a 39, 40 a 49, 49 a 59 e incluso el de 60 años y más.

Grato ha sido constatar a lo largo del territorio estatal que nuestros jóvenes están acudiendo masivamente al llamado del sector salud para recibir las dosis de vacunas que mitiguen sus riesgos de contagios y fallecimientos ocasionados por el SARS-CoV-2.

Así, en el marco de su Día Internacional esta convocatoria debe mantenerse y circularse para que nuestros jóvenes estén protegidos y continúen con su crecimiento humano salvaguardados en la salud.

Desde este espacio de opinión expreso una felicitación afectuosa a la juventud hidalguense, exhortándoles a que sigan cumpliendo con las estrictas medidas de sanidad que nuestros días nos exigen a todas y todos. Un abrazo para ustedes, que son invariablemente el presente y futuro de nuestro querido Estado, orgullo natural de esta tierra.

ACERVO


Este jueves 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud votado desde 1999 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin duda alguna, el aniversario del 2021 se da en medio de una coyuntura altamente compleja para el mundo con la permanencia aún de la pandemia sanitaria ocasionada por el COVID-19.

La juventud mundial vive en conjunto con las sociedades en general, una auténtica recomposición dentro de las rutinas y modos de vida. El desarrollo humano ha sido cambiante para todos desde hace ya más de un año en el que entre confinamientos, medidas de resguardo sanitario y demás protocolos de contención social hemos abordado nuestras dinámicas tanto personales, familiares, educativas, comerciales y profesionales.

Frente a esta nueva realidad humana, las juventudes como pilar esencial de la vitalidad de cada círculo poblacional han debido sortear también su diario desenvolvimiento como adolescentes y adultos jóvenes en medio de la mortandad tan impactante que una catástrofe sanitaria como la vivida se ha situado en su presente.

Hasta el 1° de agosto pasado, conforme a estimaciones de la Organización Mundial de Salud, habían fallecido más de 4 millones de personas en el orbe y en el caso de México con una cifra superior a las 240,000 decesos, es ya el cuarto país con mayores pérdidas humanas después de los Estados Unidos, Brasil y la India.

Bajo estos elementos de análisis se han vivido también por las y los jóvenes, las etapas iniciales en la inmunización contra el Coronavirus y en un hecho que ha sido de amplio conocimiento público, han sido testigos de las etapas progresivas por medio de las cuales los diversos grupos poblacionales, iniciado por el de adultos mayores fueron objeto de vacunaciones para tales efectos.

Conforme a diversos protocolos clínicos de investigación y por qué no decirlo, sobre la base biológica fundada que le dota de resistencias superiores frente al COVID-19 comparada a los adultos en plenitud o a los ya mencionados adultos mayores, aunque definitivamente no exenta de contagio o muerte, la juventud permaneció expectante de cada proceso por medio del cual sus familiares y amigos con edades ascendientes recibieron los fármacos elaborados por los diversos laboratorios internacionales que fabricaron las inmunizaciones contra el COVID-19.

Fue así como particularmente en México y en Hidalgo, los jóvenes permanentemente solidarios con sus redes familiares y de amistades, mantuvieron la esperanza para ser considerados en las diversas etapas de vacunación, que los sistemas de salud pública, tanto en lo federal como en lo estatal coordinan diariamente. Para fortuna de los más de 37 millones de jóvenes mexicanos, quienes representan el 31 % de nuestra población total, desde hace algunos días se ha iniciado la vacunación para mayores de 18 años cumplidos y hasta los 29 años, al margen que continúan las jornadas de inoculación sobre los grupos de 30 a 39, 40 a 49, 49 a 59 e incluso el de 60 años y más.

Grato ha sido constatar a lo largo del territorio estatal que nuestros jóvenes están acudiendo masivamente al llamado del sector salud para recibir las dosis de vacunas que mitiguen sus riesgos de contagios y fallecimientos ocasionados por el SARS-CoV-2.

Así, en el marco de su Día Internacional esta convocatoria debe mantenerse y circularse para que nuestros jóvenes estén protegidos y continúen con su crecimiento humano salvaguardados en la salud.

Desde este espacio de opinión expreso una felicitación afectuosa a la juventud hidalguense, exhortándoles a que sigan cumpliendo con las estrictas medidas de sanidad que nuestros días nos exigen a todas y todos. Un abrazo para ustedes, que son invariablemente el presente y futuro de nuestro querido Estado, orgullo natural de esta tierra.