/ miércoles 30 de junio de 2021

La nueva cepa

Durante todo el periodo de sesiones pasado en el último año de la Legislatura, algunos legisladores nos posicionamos haciendo un llamado al Gobierno de la República para acelerar la vacunación en nuestro país considerando que la tasa de contagios había ido a la baja por varias circunstancias. Sabíamos que en esa actuación expedita podría estar la tranquilidad en caso de que hubiera un repunte de los casos.

El ritmo de la vacunación semanas después de esos llamados fue ágil, bien organizado y cubriendo sectores vulnerables, aunque también gremios como el docente bajo la urgencia de volver a las aulas lo cual a final de cuentas no sucedió porque, evidentemente, no había condiciones para que el regreso fuera seguro para alumnos y maestros. Aún con eso el avance fue sustancial y muchas mexicanas y mexicanos fueron inmunizados correctamente.

Por alguna extraña razón que hasta ahora no tiene explicación, ese buen ritmo que incluía días de récord en vacunación, se dio antes de las elecciones, pero posterior a ellas esos números de presunción se desplomaron como si poco importara quedar bien con la ciudadanía cuando, en el fondo, se trata de un tema de salud pública que de no atenderse se podía agravar.

Y justo sobre ese agravamiento hoy el mundo está en vilo por la detección de una nueva cepa del virus denominada Delta y su versión más potente Delta Plus. Esta mutación fue la causante del aumento dramático de casos en la India hace algunas semanas debido a que, se sabe, su variación contiene una forma de transmisión más rápida y, peor aún, parece ser que la respuesta a los tratamientos médicos es inferior a la que tenemos actualmente.

Con un semáforo verde que pasó de inmediato a amarillo, nos queda claro que el Coronavirus sigue fortaleciéndose en nuestro país, máxime que la variante Delta fue detectada por primera vez en territorio nacional hace 5 días con todo lo malo que ello implica. Esta situación ha provocado un repunte importante de casos en todo territorio nacional coincidiendo que en las zonas turísticas es donde se registra un mayor número de casos.

Aún con la incertidumbre de qué respuesta tendrá la vacuna para esta nueva cepa, el aumento de contagios se debe a una serie de medidas relajadas que han ampliado las actividades como si se tratase de 2019. El uso de cubrebocas y la sana distancia han desaparecido de un momento a otro poniendo en riesgo aún a personas que han sido vacunadas, ya que la vacuna no evita el contagio, si acaso, sólo permite que las consecuencias no sean tan graves.

Sí, por un lado podría achacarse a un tema de gobierno en cuanto a vacunación se refiere, sin embargo, esta vez implica una mayor responsabilidad de la sociedad mexicana para tener todos los cuidados posibles, resguardarse en casa en medida de lo posible y tomar las medidas sanitarias que se han abandonado hasta cierto punto.

Nuevamente el llamado a la solidaridad al pueblo mexicano para que esta cepa pueda pasar de largo sin circunstancias ni vidas que lamentar, esperando que el ritmo de vacunación se recupere y juntas y juntos podamos salir de una vez por todas de esta pesadilla.

Durante todo el periodo de sesiones pasado en el último año de la Legislatura, algunos legisladores nos posicionamos haciendo un llamado al Gobierno de la República para acelerar la vacunación en nuestro país considerando que la tasa de contagios había ido a la baja por varias circunstancias. Sabíamos que en esa actuación expedita podría estar la tranquilidad en caso de que hubiera un repunte de los casos.

El ritmo de la vacunación semanas después de esos llamados fue ágil, bien organizado y cubriendo sectores vulnerables, aunque también gremios como el docente bajo la urgencia de volver a las aulas lo cual a final de cuentas no sucedió porque, evidentemente, no había condiciones para que el regreso fuera seguro para alumnos y maestros. Aún con eso el avance fue sustancial y muchas mexicanas y mexicanos fueron inmunizados correctamente.

Por alguna extraña razón que hasta ahora no tiene explicación, ese buen ritmo que incluía días de récord en vacunación, se dio antes de las elecciones, pero posterior a ellas esos números de presunción se desplomaron como si poco importara quedar bien con la ciudadanía cuando, en el fondo, se trata de un tema de salud pública que de no atenderse se podía agravar.

Y justo sobre ese agravamiento hoy el mundo está en vilo por la detección de una nueva cepa del virus denominada Delta y su versión más potente Delta Plus. Esta mutación fue la causante del aumento dramático de casos en la India hace algunas semanas debido a que, se sabe, su variación contiene una forma de transmisión más rápida y, peor aún, parece ser que la respuesta a los tratamientos médicos es inferior a la que tenemos actualmente.

Con un semáforo verde que pasó de inmediato a amarillo, nos queda claro que el Coronavirus sigue fortaleciéndose en nuestro país, máxime que la variante Delta fue detectada por primera vez en territorio nacional hace 5 días con todo lo malo que ello implica. Esta situación ha provocado un repunte importante de casos en todo territorio nacional coincidiendo que en las zonas turísticas es donde se registra un mayor número de casos.

Aún con la incertidumbre de qué respuesta tendrá la vacuna para esta nueva cepa, el aumento de contagios se debe a una serie de medidas relajadas que han ampliado las actividades como si se tratase de 2019. El uso de cubrebocas y la sana distancia han desaparecido de un momento a otro poniendo en riesgo aún a personas que han sido vacunadas, ya que la vacuna no evita el contagio, si acaso, sólo permite que las consecuencias no sean tan graves.

Sí, por un lado podría achacarse a un tema de gobierno en cuanto a vacunación se refiere, sin embargo, esta vez implica una mayor responsabilidad de la sociedad mexicana para tener todos los cuidados posibles, resguardarse en casa en medida de lo posible y tomar las medidas sanitarias que se han abandonado hasta cierto punto.

Nuevamente el llamado a la solidaridad al pueblo mexicano para que esta cepa pueda pasar de largo sin circunstancias ni vidas que lamentar, esperando que el ritmo de vacunación se recupere y juntas y juntos podamos salir de una vez por todas de esta pesadilla.