/ martes 8 de marzo de 2022

La mujer: sin poder ejercer su cargo de poder

La igualdad es un derecho humano protegido por distintos mecanismos nacionales e internacionales en materia de derechos humanos. La igualdad va de la mano con el principio de la no discriminación, y en este sentido, la igualdad sólo será posible en la medida en que se erradique la discriminación contra las mujeres. Pese a la narrativa cada vez más empática hacia el tema de la igualdad entre hombres y mujeres, los datos desafortunados siguen presentes, por ejemplo: de enero a noviembre de 2021 en México fueron asesinadas 3,462 mujeres, un promedio de 10 al día. Del total de mexicanas asesinadas, 2,540 fueron víctimas de homicidio doloso, mientras que 922 sufrieron feminicidio en razón de género.

Por otro lado, la violencia contra las mujeres indígenas es un grave obstáculo para alcanzar el desarrollo y la dignidad de las personas y de nuestros pueblos y comunidades y es una grave problemática que atenta contra sus derechos humanos limitando su libertad.

A lo anterior se suma que tan solo doce millones de niñas son obligadas a casarse cada año en el mundo y nuestro país forma parte de esta cifra en comunidades donde imperan los usos y costumbres de los pueblos originarios que benefician al patriarcado.

La igualdad, no se propone hacer iguales a mujeres y hombres, sino garantizarla en el goce y el ejercicio de los derechos de ambos; en pocas palabras, se trata de que en nuestras sociedades haya igualdad de trato, acceso a las políticas públicas con perspectiva de género, acceso a salarios justos, a tener un crédito, a la decisón de casarte o no, a parir hijo o no; a no ser abusadas sexualmente dentro del hogar, a la no violencia doméstica, a no realizar actividades sin remuneración, estos y muchos más temas que a menudo escuchamos y a los que nos enfrentamos la mayoría de las mujeres en este país.

Es doloroso ver a miles de mujeres en mi huasteca y sierra que viven ignorando que tienen derechos y que piensan que su forma de vida es simplemente - la que les tocó vivir - y en su línea de vida no ven más que un patriarcado al que debe cuidar y respetar.

Desde niña, he observado el maltrato físico, he escuchado el lenguaje misógino, el maltrato psicológico; tanto en las comunidades rurales como en la mismas zonas urbanas y desafortunadamente la lucha es tan fuerte, que incluso para las mujeres que tienen el poder en nuestro país, se siguen sujentando a las decisiones de ellos, es decir: “el poder, lo siguen ejerciendo los hombres”.


Las de chile seco

Eliminar las escuelas de tiempo completo una tragedia más para las niñas.


La igualdad es un derecho humano protegido por distintos mecanismos nacionales e internacionales en materia de derechos humanos. La igualdad va de la mano con el principio de la no discriminación, y en este sentido, la igualdad sólo será posible en la medida en que se erradique la discriminación contra las mujeres. Pese a la narrativa cada vez más empática hacia el tema de la igualdad entre hombres y mujeres, los datos desafortunados siguen presentes, por ejemplo: de enero a noviembre de 2021 en México fueron asesinadas 3,462 mujeres, un promedio de 10 al día. Del total de mexicanas asesinadas, 2,540 fueron víctimas de homicidio doloso, mientras que 922 sufrieron feminicidio en razón de género.

Por otro lado, la violencia contra las mujeres indígenas es un grave obstáculo para alcanzar el desarrollo y la dignidad de las personas y de nuestros pueblos y comunidades y es una grave problemática que atenta contra sus derechos humanos limitando su libertad.

A lo anterior se suma que tan solo doce millones de niñas son obligadas a casarse cada año en el mundo y nuestro país forma parte de esta cifra en comunidades donde imperan los usos y costumbres de los pueblos originarios que benefician al patriarcado.

La igualdad, no se propone hacer iguales a mujeres y hombres, sino garantizarla en el goce y el ejercicio de los derechos de ambos; en pocas palabras, se trata de que en nuestras sociedades haya igualdad de trato, acceso a las políticas públicas con perspectiva de género, acceso a salarios justos, a tener un crédito, a la decisón de casarte o no, a parir hijo o no; a no ser abusadas sexualmente dentro del hogar, a la no violencia doméstica, a no realizar actividades sin remuneración, estos y muchos más temas que a menudo escuchamos y a los que nos enfrentamos la mayoría de las mujeres en este país.

Es doloroso ver a miles de mujeres en mi huasteca y sierra que viven ignorando que tienen derechos y que piensan que su forma de vida es simplemente - la que les tocó vivir - y en su línea de vida no ven más que un patriarcado al que debe cuidar y respetar.

Desde niña, he observado el maltrato físico, he escuchado el lenguaje misógino, el maltrato psicológico; tanto en las comunidades rurales como en la mismas zonas urbanas y desafortunadamente la lucha es tan fuerte, que incluso para las mujeres que tienen el poder en nuestro país, se siguen sujentando a las decisiones de ellos, es decir: “el poder, lo siguen ejerciendo los hombres”.


Las de chile seco

Eliminar las escuelas de tiempo completo una tragedia más para las niñas.