/ domingo 7 de marzo de 2021

La Gran Margarita Michelena

Hace casi 22 años, dije un discurso para la Sra. Margarita Michelena en un homenaje que le brindó la UAEH. Me permito transcribirlo:

Hoy por fortuna hemos de hablar de belleza. Porque creemos que además de entender lo que es valioso, debemos señalar a quien lo representa.

En este universo actual de ideas e imágenes, de teoría y postulados, de conjeturas y opiniones en donde se nos brinda una avalancha de mensajes de comprar y del tener, del valor por lo reunido, del apego a lo superficial, del olvido a la esperanza, del desaire a lo profundo y a lo bello, a lo realmente bello, así hoy en medio de esta realidad irreal, queremos ponderar la obra, el talento, la vida de una mujer que nos honra con su presencia como nos ha cautivado con su literatura, nuestra Margarita Michelena.

Somos proclive a veces a olvidar lo que nos distingue, caminamos en busca de la luz sin comprender que hay junto a nosotros, de nuestra misma casa, destellos permanentes que insisten en brillar a nuestra vera, sin que aprovechemos su presencia, o sin que entendamos su parpadear, y más aún su adivinar siquiera su fuente de energía.

Recordamos con orgullo a Margarita Michelena escritora y poetisa quien vio su luz primera entre el cielo y la tierra de Pachuca en el verano del año 1917 y que continuara su camino posteriormente en la Ciudad de México siempre en el esfuerzo de emprender y estudiar, hasta cursar carrera en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional.

Temprana su vocación por la literatura se inicia en la revista América que dirigía Efrén Hernández, colaborando después en revistas nacionales y extranjeras como Examen, México en la cultura, Américas, Casa de la Cultura y otras.

Dirige en un tiempo la revista El libro y el pueblo y entrega para el centro de Acción Latina de Roma un estudio del cuento y la novela de México.

Por mucho tiempo fue directora de la revista Respuesta y ha publicado los libros siguientes: Paraíso y Nostalgia, Laurel del ángel, Tres poemas y una nota autobiográfica, La tristeza terrestre, El País más allá de la niebla y Reunión de imágenes, así como también el ensayo Notas a la poesía mexicana contemporánea. Al final de su vida, en una clara muestra de participación vital, escribió para publicaciones de la talla de Excélsior y la revista Siempre.

Sra. Michelena, agradecemos su valiosa aportación a la poesía mexicana, sus escritos están plenos de belleza de la que dice Oscar Wilde, es la única cosa que el tiempo no puede dañar. Las filosofías se derrumban como arena, las creencias pasan una tras otra, pero lo que es bello es un goce para todas las estaciones, una posesión para toda la eternidad.

Esta ocasión en usted nos detenemos a ver su brillo, recibimos su mensaje, escuchamos su poesía y encontramos la belleza. Hoy por fortuna hemos de hablar de ella. Murió en la CdMx en Marzo de 1998.