/ miércoles 4 de mayo de 2022

La educación, el eterno problema sin solución a la vista

El tema educativo es fundamental y prioritario para poder desarrollar en todos los ámbitos a un país, con bienestar que llegue a la mayor cantidad de personas, la educación y formación de las nuevas generaciones es nuestro capital social más importante y que contribuye decididamente en la formación de un mejor país.

En México se han dado grandes esfuerzos educativos, desde la inauguración de la Universidad Nacional, o los programas de principios de los 40´s que derogaba la educación de tintes socialistas y retomando el énfasis en la familia, los valores y la moral, o a la de los 50´s, con la campaña para abatir el rezago educativo con ejes principales como la profesionalización de los docentes y la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.

Sin embargo, aún nos quedan muchos rezagos muy importantes que no han podido ser abatidos con las múltiples reformas educativas recientes y que se han acrecentado sobre todo por el gran confinamiento, originado por el Covid-19, y que tiene como uno de sus más grandes retos, regresar a las aulas a más de 3,600,000 estudiantes que no lo han hecho. Además del rezago educativo también tenemos los graves problemas ocasionados por la pérdida de capacidades cognitivas, de socialización y físicas.

Ante esta situación es preocupante los cambios anunciados por la Secretaría de Educación Pública relacionados con el Plan y Programas de Estudio 2022 de educación básica.

De acuerdo con la información disponible, la propuesta busca reordenar la actividad educativa sin un diagnóstico profundo, sin dejar claro el objetivo que se persigue, ni cómo se evaluará a los estudiantes, ni cómo se organizarán las asignaturas y las fases, en sustitución de los grados académicos.

Este marco curricular anuncia un modelo educativo que no precisa los mecanismos de implementación relacionados con los campos formativos, así como las fases, por lo que pudiera parecer que ya no habrá asignaturas, niveles, y grados escolares.

También es grave que se pretenda aislar a México del mundo, al plantear eliminar los exámenes estandarizados que permiten compararnos con otros países. Solo con mediciones e indicadores podremos tener diagnósticos claros y estrategias adecuadas.

La propuesta parece que se basa en problemas y supuestos imprecisos y que parece más un cambio ideológico y no pedagógico.

México debe de enfocar sus esfuerzos educativos a la calidad educativa, con la participación de todos los involucrados padres de familia, maestros, sociedad civil y expertos, con objetivos claros en los aprendizajes y las necesidades reales del país, sin involucrar ningún interés ideológico o político.


El tema educativo es fundamental y prioritario para poder desarrollar en todos los ámbitos a un país, con bienestar que llegue a la mayor cantidad de personas, la educación y formación de las nuevas generaciones es nuestro capital social más importante y que contribuye decididamente en la formación de un mejor país.

En México se han dado grandes esfuerzos educativos, desde la inauguración de la Universidad Nacional, o los programas de principios de los 40´s que derogaba la educación de tintes socialistas y retomando el énfasis en la familia, los valores y la moral, o a la de los 50´s, con la campaña para abatir el rezago educativo con ejes principales como la profesionalización de los docentes y la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.

Sin embargo, aún nos quedan muchos rezagos muy importantes que no han podido ser abatidos con las múltiples reformas educativas recientes y que se han acrecentado sobre todo por el gran confinamiento, originado por el Covid-19, y que tiene como uno de sus más grandes retos, regresar a las aulas a más de 3,600,000 estudiantes que no lo han hecho. Además del rezago educativo también tenemos los graves problemas ocasionados por la pérdida de capacidades cognitivas, de socialización y físicas.

Ante esta situación es preocupante los cambios anunciados por la Secretaría de Educación Pública relacionados con el Plan y Programas de Estudio 2022 de educación básica.

De acuerdo con la información disponible, la propuesta busca reordenar la actividad educativa sin un diagnóstico profundo, sin dejar claro el objetivo que se persigue, ni cómo se evaluará a los estudiantes, ni cómo se organizarán las asignaturas y las fases, en sustitución de los grados académicos.

Este marco curricular anuncia un modelo educativo que no precisa los mecanismos de implementación relacionados con los campos formativos, así como las fases, por lo que pudiera parecer que ya no habrá asignaturas, niveles, y grados escolares.

También es grave que se pretenda aislar a México del mundo, al plantear eliminar los exámenes estandarizados que permiten compararnos con otros países. Solo con mediciones e indicadores podremos tener diagnósticos claros y estrategias adecuadas.

La propuesta parece que se basa en problemas y supuestos imprecisos y que parece más un cambio ideológico y no pedagógico.

México debe de enfocar sus esfuerzos educativos a la calidad educativa, con la participación de todos los involucrados padres de familia, maestros, sociedad civil y expertos, con objetivos claros en los aprendizajes y las necesidades reales del país, sin involucrar ningún interés ideológico o político.