/ sábado 30 de marzo de 2019

La Diana Cazadora

En la película “Los Caifanes” la escena es corta, pero significativa. Uno de los actores está “vistiendo a la Diana Cazadora”, mientras sus compañeros ríen a carcajadas por el atrevimiento.

En la escena “La Flechadora de las Estrellas del Norte”, nombre original de la estatua, se yergue majestuosa con su arco intentando hacer diana.

La obra pesa más de una tonelada y una altura aproximada de tres metros.

Durante medio siglo permaneció oculto el nombre de la mujer que posó para el artista que moldeó la figura en bronce y que adorna una de las glorietas más emblemáticas del Paseo de la Reforma.

Una escultura, señalan los urbanistas, sintetiza el testimonio de una época y decora visualmente el paisaje urbano.

Convencido de la necesidad de armonizar estos dos conceptos, el presidente Manuel Ávila Camacho encargó al hidalguense Javier Rojo Gómez, entonces regente del D.F. llevara a cabo la tarea de embellecer y mejorar la estética de la ciudad. Por lo que se buscó la creación de fuentes y monumentos para disfrute de la ciudad.

El contrato para la creación de la Flechadora de las Estrellas del Norte se firmó en 1942. El artista fue Juan F. Olaguíbel. Y se guardó la identidad de la modelo.

Originalmente, la Diana estuvo en la entrada del Bosque de Chapultepec. Luego se fue a Paseo de la Reforma.

Un día, Helvia Martínez Verdayes, esposa de Jorge Díaz Serrano, decidió dar a conocer la identidad de la Diana Cazadora. Publicó el libro El secreto de la Diana Cazadora. Y Helvia relató la experiencia y dejó en claro que ella había sido quien posó para el maestro Olaguíbel.

Helvia era una secretaria de 16 años y fue invitada para posar ante el artista, y por temor a perder su empleo y a los “qué dirán” de su familia y de la sociedad conservadora de esos tiempos, la joven se negó a posar, hasta que un día –cuenta "la Diana"– “tomé mi traje de baño y fui al taller del escultor”.

La fuente fue inaugurada el 10 de octubre de 1942. la Liga de la Decencia y algunos personajes más obligaron a que se modificara la estatua y se le soldara un taparrabos.

En 1966 fue removido el taparrabos. La escultura original se deterioró al quitarle la placa que ocultaba parte de la anatomía de la Diana.

Germán Corona del Rosal, también hidalguense, adquirió la estatua y la donó a Ixmiquilpan.

Y en Paseo de la Reforma se instaló una nueva que fue fundida para ocupar ese sitial que es la admiración de quienes recorren esa avenida y ha sido motivo de escenas de varias películas como la mencionada líneas arriba. “Los Caifanes”.

En la película “Los Caifanes” la escena es corta, pero significativa. Uno de los actores está “vistiendo a la Diana Cazadora”, mientras sus compañeros ríen a carcajadas por el atrevimiento.

En la escena “La Flechadora de las Estrellas del Norte”, nombre original de la estatua, se yergue majestuosa con su arco intentando hacer diana.

La obra pesa más de una tonelada y una altura aproximada de tres metros.

Durante medio siglo permaneció oculto el nombre de la mujer que posó para el artista que moldeó la figura en bronce y que adorna una de las glorietas más emblemáticas del Paseo de la Reforma.

Una escultura, señalan los urbanistas, sintetiza el testimonio de una época y decora visualmente el paisaje urbano.

Convencido de la necesidad de armonizar estos dos conceptos, el presidente Manuel Ávila Camacho encargó al hidalguense Javier Rojo Gómez, entonces regente del D.F. llevara a cabo la tarea de embellecer y mejorar la estética de la ciudad. Por lo que se buscó la creación de fuentes y monumentos para disfrute de la ciudad.

El contrato para la creación de la Flechadora de las Estrellas del Norte se firmó en 1942. El artista fue Juan F. Olaguíbel. Y se guardó la identidad de la modelo.

Originalmente, la Diana estuvo en la entrada del Bosque de Chapultepec. Luego se fue a Paseo de la Reforma.

Un día, Helvia Martínez Verdayes, esposa de Jorge Díaz Serrano, decidió dar a conocer la identidad de la Diana Cazadora. Publicó el libro El secreto de la Diana Cazadora. Y Helvia relató la experiencia y dejó en claro que ella había sido quien posó para el maestro Olaguíbel.

Helvia era una secretaria de 16 años y fue invitada para posar ante el artista, y por temor a perder su empleo y a los “qué dirán” de su familia y de la sociedad conservadora de esos tiempos, la joven se negó a posar, hasta que un día –cuenta "la Diana"– “tomé mi traje de baño y fui al taller del escultor”.

La fuente fue inaugurada el 10 de octubre de 1942. la Liga de la Decencia y algunos personajes más obligaron a que se modificara la estatua y se le soldara un taparrabos.

En 1966 fue removido el taparrabos. La escultura original se deterioró al quitarle la placa que ocultaba parte de la anatomía de la Diana.

Germán Corona del Rosal, también hidalguense, adquirió la estatua y la donó a Ixmiquilpan.

Y en Paseo de la Reforma se instaló una nueva que fue fundida para ocupar ese sitial que es la admiración de quienes recorren esa avenida y ha sido motivo de escenas de varias películas como la mencionada líneas arriba. “Los Caifanes”.