/ jueves 25 de julio de 2019

Inclusión financiera en México

México es un país de contrastes muy marcados; dentro de nuestro territorio hay Estados más desarrollados que otros, la prosperidad de la ciudad de México y Nuevo León contrastan con la pobreza de Chiapas y Oaxaca. La pobreza es multifactorial, así como las herramientas para combatirla y dentro de éstas es importante destacar la inclusión financiera.

¿Qué es? Se refiere al acceso que las personas puedan tener al sistema financiero formal, así como al uso adecuado de productos y servicios financieros (ahorro, el crédito, los seguros y las cuentas de ahorro para el retiro).

La inclusión financiera es sinónimo de inclusión social y por lógica económica, propicia un mejor manejo de los recursos, una mayor adaptación ante fluctuaciones de la economía beneficia a individuos y a las micro, pequeñas y medianas empresas.

Expongo un caso muy sencillo para ejemplificar el problema, si usted es de las personas que ahorra en una alcancía, su dinero no está protegido contra robos, ni genera rendimientos, o bien si usted no tiene un historial crediticio tampoco es candidato a un préstamo para hacer crecer su negocio.

Son cuatro puntos los que hacen posible la inclusión financiera: acceso al sistema financiero, uso de productos financieros, educación financiera y protección al usuario de servicios financieros. Pero ¿Qué avances tenemos? el Consejo Nacional de Inclusión Financiera publicó un documento titulado “Reporte nacional de inclusión financiera”, en donde se encontraron los siguientes hallazgos:

De junio de 2016 a junio de 2017, el indicador de puntos de acceso, considerando sucursales, cajeros automáticos y comisionistas creció de 11.5 a 12.0 por cada 10 mil adultos. El porcentaje de municipios con al menos un punto de acceso avanzó de 72% a 73%; y el porcentaje de adultos que habitan en municipios con al menos un punto de acceso permaneció en 98%.

Al cierre de junio de 2017, el sector financiero, se conformaba por 48 bancos comerciales; seis bancos de desarrollo, de los cuales solo el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI) y Banjército ofrecen servicios al público en general; 153 sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (Socap); y, 44 sociedades financieras populares (Sofipo).

La banca de desarrollo tiene como misión facilitar el acceso al ahorro y financiamiento a personas físicas y morales, proporcionarles asistencia técnica y capacitación, otorgar créditos, dispersar recursos del gobierno destinados a programas sociales, llegar a la población de más bajos recursos y alejadas.

Al cierre de junio de 2017, los activos totales de la banca de desarrollo ascendieron a 1,744 miles de millones de pesos, lo que implicó un crecimiento de 6.9% respecto a junio de 2016; pero la captación total fue de 911,752 mdp, incrementó en 0.1%. Banjército representa el 4.1% de los activos totales y Bansefi el 2.6% quien redujo su captación en 5.5%. Observamos que la actuación de BANSEFI era limitada por lo que López Obrador tratará de modernizar a la institución, por decreto se cambió el nombre y funciones; ahora se llama Banco del Bienestar, si bien su propósito de banca social continúa, anexa las consideraciones a la ley FinTech, misma que merece su propio análisis (Ernest & Young define FinTech como las organizaciones que combinan modelos de negocio innovadores con la tecnología para habilitar, mejorar e irrumpir los servicios financieros).

Ojalá que con las nuevas funciones también incremente el número de personas que atiende y , repercuta en las oportunidades aportando con ello al crecimiento económico.

México es un país de contrastes muy marcados; dentro de nuestro territorio hay Estados más desarrollados que otros, la prosperidad de la ciudad de México y Nuevo León contrastan con la pobreza de Chiapas y Oaxaca. La pobreza es multifactorial, así como las herramientas para combatirla y dentro de éstas es importante destacar la inclusión financiera.

¿Qué es? Se refiere al acceso que las personas puedan tener al sistema financiero formal, así como al uso adecuado de productos y servicios financieros (ahorro, el crédito, los seguros y las cuentas de ahorro para el retiro).

La inclusión financiera es sinónimo de inclusión social y por lógica económica, propicia un mejor manejo de los recursos, una mayor adaptación ante fluctuaciones de la economía beneficia a individuos y a las micro, pequeñas y medianas empresas.

Expongo un caso muy sencillo para ejemplificar el problema, si usted es de las personas que ahorra en una alcancía, su dinero no está protegido contra robos, ni genera rendimientos, o bien si usted no tiene un historial crediticio tampoco es candidato a un préstamo para hacer crecer su negocio.

Son cuatro puntos los que hacen posible la inclusión financiera: acceso al sistema financiero, uso de productos financieros, educación financiera y protección al usuario de servicios financieros. Pero ¿Qué avances tenemos? el Consejo Nacional de Inclusión Financiera publicó un documento titulado “Reporte nacional de inclusión financiera”, en donde se encontraron los siguientes hallazgos:

De junio de 2016 a junio de 2017, el indicador de puntos de acceso, considerando sucursales, cajeros automáticos y comisionistas creció de 11.5 a 12.0 por cada 10 mil adultos. El porcentaje de municipios con al menos un punto de acceso avanzó de 72% a 73%; y el porcentaje de adultos que habitan en municipios con al menos un punto de acceso permaneció en 98%.

Al cierre de junio de 2017, el sector financiero, se conformaba por 48 bancos comerciales; seis bancos de desarrollo, de los cuales solo el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI) y Banjército ofrecen servicios al público en general; 153 sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (Socap); y, 44 sociedades financieras populares (Sofipo).

La banca de desarrollo tiene como misión facilitar el acceso al ahorro y financiamiento a personas físicas y morales, proporcionarles asistencia técnica y capacitación, otorgar créditos, dispersar recursos del gobierno destinados a programas sociales, llegar a la población de más bajos recursos y alejadas.

Al cierre de junio de 2017, los activos totales de la banca de desarrollo ascendieron a 1,744 miles de millones de pesos, lo que implicó un crecimiento de 6.9% respecto a junio de 2016; pero la captación total fue de 911,752 mdp, incrementó en 0.1%. Banjército representa el 4.1% de los activos totales y Bansefi el 2.6% quien redujo su captación en 5.5%. Observamos que la actuación de BANSEFI era limitada por lo que López Obrador tratará de modernizar a la institución, por decreto se cambió el nombre y funciones; ahora se llama Banco del Bienestar, si bien su propósito de banca social continúa, anexa las consideraciones a la ley FinTech, misma que merece su propio análisis (Ernest & Young define FinTech como las organizaciones que combinan modelos de negocio innovadores con la tecnología para habilitar, mejorar e irrumpir los servicios financieros).

Ojalá que con las nuevas funciones también incremente el número de personas que atiende y , repercuta en las oportunidades aportando con ello al crecimiento económico.