/ martes 8 de febrero de 2022

Escuela con perspectiva de género

Hemos visualizado en estos últimos años muchas crisis de paradigmas en todos los ámbitos de la vida, pero ha sido más visible lo que se refiere a un nuevo ejemplo de análisis como es la categoría social de género que es -una posición para observar el mundo y la sociedad en su conjunto-.

El debate sobre género y educación está cobrando fuerza en nuestropaís con diversas manifestaciones en lo público y en lo privado.

El hablar de enfoque y transversalidad de género en la educación tiene sustento en la confirmación de que las actuales relaciones sociales entre hombres y mujeres están mostrando una relación de poder donde el hombre es considerado el paradigma de lo humano y la mujer se encuentra en una posición de subordinación. Por tanto, si queremos que la educación realice un proceso de formación de sujetos colectivos y sujetas colectivas con sueños y proyectos de cambio, es necesario infiltrar, traspasar e impregnar a la educación con una propuesta en que la equidad entre hombres y mujeres sea posible dentro y fuera del aula.

Es impensable no imaginar o entender al género como una de las posibles formas de discriminación que intimidan, amedrentan el derecho a la educación en nuestro país, como lo son también la etnia y en ocasiones el perfil socioeconómico.

Desde esta óptica, los métodos utilizados para disminuir las inequidades de género también pueden ser aprovechadas para reducir otras formas de discriminación. Consecuentemente, la conformación de una perspectiva de género en la planeación educativa convierte las necesidades de niños y niñas en una dimensión integral del diseño, la implementación, el monitoreo y la evaluación de los proyectos curriculares, para evitar que la desigualdad exista. Por lo tanto, desterrar las desigualdades de género es un desafío fundamental y de la más alta prioridad en el sector educativo por muchas razones, pero enumeraré dos de la más alta consideración: en principio, porque la educación cumple un papel innovador, transformador, convertidor para alcanzar la igualdad de género, ya que la escuela es y será siempre un lugar de socialización, de relacionarse y de vincularse donde los estereotipos o modelos sociales y la discriminación pueden ser eternos o en el mejor de los casos, sean eliminados en la escuela. En segundo, es que la igualdad de género es un instrumento que dispone el cumplimiento del derecho a la educación para todas las personas, el cual implica la igualdad de acceso, la utilización de procedimientos y prácticas no discriminatorios y la igualdad de logros de aprendizaje y por supuesto nuevas y mejores oportunidades de vida.

Como bien lo menciona Clara Mazo López en una investigación sobre perspectiva de género: “es necesario reconocer a la mujer como sujeto de los programas que conduzcan ala construcción de conocimiento y al desarrollo de su autonomía” y esto solo se fortalece firmemente desde la escuela.




Las de chile seco

Los datos de la UNESCO muestran como 16 millones de niñas nunca entrarán en un aula.

Hemos visualizado en estos últimos años muchas crisis de paradigmas en todos los ámbitos de la vida, pero ha sido más visible lo que se refiere a un nuevo ejemplo de análisis como es la categoría social de género que es -una posición para observar el mundo y la sociedad en su conjunto-.

El debate sobre género y educación está cobrando fuerza en nuestropaís con diversas manifestaciones en lo público y en lo privado.

El hablar de enfoque y transversalidad de género en la educación tiene sustento en la confirmación de que las actuales relaciones sociales entre hombres y mujeres están mostrando una relación de poder donde el hombre es considerado el paradigma de lo humano y la mujer se encuentra en una posición de subordinación. Por tanto, si queremos que la educación realice un proceso de formación de sujetos colectivos y sujetas colectivas con sueños y proyectos de cambio, es necesario infiltrar, traspasar e impregnar a la educación con una propuesta en que la equidad entre hombres y mujeres sea posible dentro y fuera del aula.

Es impensable no imaginar o entender al género como una de las posibles formas de discriminación que intimidan, amedrentan el derecho a la educación en nuestro país, como lo son también la etnia y en ocasiones el perfil socioeconómico.

Desde esta óptica, los métodos utilizados para disminuir las inequidades de género también pueden ser aprovechadas para reducir otras formas de discriminación. Consecuentemente, la conformación de una perspectiva de género en la planeación educativa convierte las necesidades de niños y niñas en una dimensión integral del diseño, la implementación, el monitoreo y la evaluación de los proyectos curriculares, para evitar que la desigualdad exista. Por lo tanto, desterrar las desigualdades de género es un desafío fundamental y de la más alta prioridad en el sector educativo por muchas razones, pero enumeraré dos de la más alta consideración: en principio, porque la educación cumple un papel innovador, transformador, convertidor para alcanzar la igualdad de género, ya que la escuela es y será siempre un lugar de socialización, de relacionarse y de vincularse donde los estereotipos o modelos sociales y la discriminación pueden ser eternos o en el mejor de los casos, sean eliminados en la escuela. En segundo, es que la igualdad de género es un instrumento que dispone el cumplimiento del derecho a la educación para todas las personas, el cual implica la igualdad de acceso, la utilización de procedimientos y prácticas no discriminatorios y la igualdad de logros de aprendizaje y por supuesto nuevas y mejores oportunidades de vida.

Como bien lo menciona Clara Mazo López en una investigación sobre perspectiva de género: “es necesario reconocer a la mujer como sujeto de los programas que conduzcan ala construcción de conocimiento y al desarrollo de su autonomía” y esto solo se fortalece firmemente desde la escuela.




Las de chile seco

Los datos de la UNESCO muestran como 16 millones de niñas nunca entrarán en un aula.