/ martes 20 de octubre de 2020

Elecciones y Lecciones

Después de haberse pospuesto por más de 120 días las elecciones para la renovación de ayuntamientos en el Estado de Hidalgo, finalmente el día de ayer pudieron llevarse a cabo.

Esta elección es sui géneris por varias razones: es la primera que se celebra en medio de una grave crisis sanitaria provocada por la pandemia por COVID-19, y a pesar de los muchos controles que la autoridad electoral dispuso para disminuir el riesgo de contagio, la afluencia de votantes, en general, fue de apenas 50%, considerando que lo que estaba en juego eran los gobiernos municipales, y este tipo de procesos suelen ser muy concurridos con una participación ciudadana mayor al 75%.

Esto puede explicarse debido a que la reanudación del proceso electoral, no alcanzó para despertar el interés de la población, pues debido a la pandemia, muchos hidalguenses vieron trastornada toda su vida y sus prioridades cambiaron.

Por otro lado, los resultados electorales nos dejan varias lecciones.

En los comicios de 2018, el Movimiento de Regeneración Nacional, con su líder carismático era (y sigue siendo) Andrés Manuel López Obrador pasaron como una aplanadora por encima de sus oponentes, hoy, apenas aparece tímidamente en el escenario político estatal. Morena ya sintió a menos de 2 años de gobierno lo que significa el voto de castigo.

Por su parte el PRI, es el gran triunfador de la contienda con al menos 32 alcaldías ganadas, entre ellas, las dos más importantes del estado, Pachuca y Mineral de la Reforma gobernadas por el PAN hasta el 4 de septiembre de 2020. Mucho podemos argumentar para explicar porque al PRI le fue tan bien, entre otras razones, es evidente que el Revolucionario Institucional conserva su voto duro y éste salió a votar.

Hablando del PAN, es obvio que los resultados no nos favorecieron y perdimos en la capital del estado y en el municipio de mayor crecimiento estatal, cuyas administraciones eran panistas, pero ¿por qué no pudimos refrendar nuestros gobiernos en esos municipios? ¿Por qué si pudimos volver a ganar en otros municipios que ya gobernábamos?

Los resultados obtenidos por Acción Nacional en Hidalgo, pero también en Coahuila, nos obligan a llevar a cabo una profunda reflexión sobre sus causas, una reflexión con alto grado de autocrítica, reconociendo nuestros errores como gobierno, aceptando que la ciudadanía ha dejado su pasividad y ahora exige resultados, gobierno que no sirve, se desecha.

Hoy el PAN debe recomponer el camino, asumir sus errores y corregirlos, dejar de repartir culpas y ponerse a trabajar con seriedad.

Acción Nacional se fundó como una institución cuyo objetivo principal era crear ciudadanía, y en mucho lo hemos logrado. Hoy esa ciudadanía informada y crítica nos ha quitado su respaldo porque no supimos gobernar como lo esperaban en Pachuca y Mineral de la Reforma.

Estamos obligados a recomponer el camino, a profesionalizarnos, a tomar en serio y con responsabilidad el ejercicio de gobierno.

Las derrotas enseñan más que la victorias, la jornada electoral del pasado domingo nos deja mucho que aprender






Después de haberse pospuesto por más de 120 días las elecciones para la renovación de ayuntamientos en el Estado de Hidalgo, finalmente el día de ayer pudieron llevarse a cabo.

Esta elección es sui géneris por varias razones: es la primera que se celebra en medio de una grave crisis sanitaria provocada por la pandemia por COVID-19, y a pesar de los muchos controles que la autoridad electoral dispuso para disminuir el riesgo de contagio, la afluencia de votantes, en general, fue de apenas 50%, considerando que lo que estaba en juego eran los gobiernos municipales, y este tipo de procesos suelen ser muy concurridos con una participación ciudadana mayor al 75%.

Esto puede explicarse debido a que la reanudación del proceso electoral, no alcanzó para despertar el interés de la población, pues debido a la pandemia, muchos hidalguenses vieron trastornada toda su vida y sus prioridades cambiaron.

Por otro lado, los resultados electorales nos dejan varias lecciones.

En los comicios de 2018, el Movimiento de Regeneración Nacional, con su líder carismático era (y sigue siendo) Andrés Manuel López Obrador pasaron como una aplanadora por encima de sus oponentes, hoy, apenas aparece tímidamente en el escenario político estatal. Morena ya sintió a menos de 2 años de gobierno lo que significa el voto de castigo.

Por su parte el PRI, es el gran triunfador de la contienda con al menos 32 alcaldías ganadas, entre ellas, las dos más importantes del estado, Pachuca y Mineral de la Reforma gobernadas por el PAN hasta el 4 de septiembre de 2020. Mucho podemos argumentar para explicar porque al PRI le fue tan bien, entre otras razones, es evidente que el Revolucionario Institucional conserva su voto duro y éste salió a votar.

Hablando del PAN, es obvio que los resultados no nos favorecieron y perdimos en la capital del estado y en el municipio de mayor crecimiento estatal, cuyas administraciones eran panistas, pero ¿por qué no pudimos refrendar nuestros gobiernos en esos municipios? ¿Por qué si pudimos volver a ganar en otros municipios que ya gobernábamos?

Los resultados obtenidos por Acción Nacional en Hidalgo, pero también en Coahuila, nos obligan a llevar a cabo una profunda reflexión sobre sus causas, una reflexión con alto grado de autocrítica, reconociendo nuestros errores como gobierno, aceptando que la ciudadanía ha dejado su pasividad y ahora exige resultados, gobierno que no sirve, se desecha.

Hoy el PAN debe recomponer el camino, asumir sus errores y corregirlos, dejar de repartir culpas y ponerse a trabajar con seriedad.

Acción Nacional se fundó como una institución cuyo objetivo principal era crear ciudadanía, y en mucho lo hemos logrado. Hoy esa ciudadanía informada y crítica nos ha quitado su respaldo porque no supimos gobernar como lo esperaban en Pachuca y Mineral de la Reforma.

Estamos obligados a recomponer el camino, a profesionalizarnos, a tomar en serio y con responsabilidad el ejercicio de gobierno.

Las derrotas enseñan más que la victorias, la jornada electoral del pasado domingo nos deja mucho que aprender






ÚLTIMASCOLUMNAS