Yosef bar Mattityahu o Flavio Josefo fue un historiador judío nacido hacia el año 37 d.C. (nació 4 años después de la crucifixión de Jesús), fariseo, descendiente de familia de sacerdotes. Vivió en Roma, participó en la vida social y política y le predijo a Vespasiano que sería el próximo emperador romano. Acertar en esta predicción le dio mayor prestigio como erudito, le fue otorgada una pensión, se le confirió la ciudadanía romana, se le dotó de una esposa y de propiedades inmuebles.
Su principal obra, “Antigüedades Judías”, narra la historia hebrea hasta el inicio de la gran guerra con Roma en el año 66 d.C. Los estudiosos le conceden credibilidad histórica a sus obras por la contemporaneidad y coterraneidad con Jesús. En la línea del tiempo, el testimonio de Flavio Josefo tiene el valor de testigo fidedigno de los hechos referidos con el proceso que sentenció a muerte a Jesús de Nazaret. Flavio Josefo es la principal y extensa fuente de la historia del pueblo judío. Durante la Edad Medía fue el autor más leído.
Flavio Josefo hace referencia a personas, hechos, lugares, personas y estructuras de mando y decisión como el Sanedrín. El Sanedrín era el supremo tribunal del antiguo pueblo de Israel y estaba compuesto por setenta ancianos más el sumo Sacerdote que era quien lo presidía. Como órgano colegiado además de atender los asuntos religiosos, dirimía sobre gobierno y política, resolvía sobre temas del orden civil relativas a contratos y herencias y tenía funciones del orden judicial, procesaba y sentenciaba ya que era el único tribunal con autoridad para atender asuntos de importancia nacional, tratar con jueces que cuestionaban sus decisiones y juzgar a falsos profetas. Con esa potestad, fueron procesados ante el Sanedrín Jesús y Esteban por blasfemia; Pedro y Juan, por subversión, y Pablo, por profanación del templo.
La autoridad superior sobre el Sanedrín la ejercía el gobernador romano. De tal manera que un sentenciado a muerte como lo fue Jesús, requería de la autorización de la ejecución de la sentencia por el procurador o el gobernador del imperio romano en esas tierras.
Las fuentes históricas han identificado a los integrantes del Sanedrín a saduceos, fariseos y zelotes, lo cual significa que existieron opiniones diversas y plurales en ese cuerpo deliberatorio, lo cual fue bien aprovechado por Pablo ya que según Flavio Josefo, pudo pronunciar un discurso de su propia defensa aprovechando las diferencias entre fariseos y saduceos sobre la creencia de la resurrección, lo que le valió para que el Sanedrín no hallara ningún mal en la conducta de Pablo, contrario a lo ocurrido en la sentencia de muerte a Jesús dictada en el sumarísimo juicio en su contra.
Flavio Josefo es referencia y lectura obligada para entender la evolución de instituciones políticas y jurídicas en distintos momentos y en diversos pueblos del mundo, como el Sanedrín en la cultura judaica y cristiana. La
