/ jueves 9 de agosto de 2018

El respeto al derecho ajeno

Pachuca, Hidalgo.-  Con sabiduría y con claridad de pensamiento de jurista, el presidente Benito Juárez, el 15 de julio de 1867, en el manifiesto tras derrotar a los imperialistas, proclamó la máxima jurídica “Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Con esta frase se culminó el rescate de la República, el orden constitucional y la definición de que México sería un país de leyes que a los ciudadanos nos conceden derechos y nos establecen obligaciones. Esta máxima igual quedó como referencia para el derecho internacional. A más de 150 años de ese pronunciamiento sigue teniendo vigencia y para la vida democrática es una premisa para la cordial convivencia entre los mexicanos. El pensamiento juarista alcanzó a establecerse en las constituciones de 1857 y de 1917. Así quedaron establecidos los principios constitucionales. Tenemos definida la forma del Estado Mexicano en una República representativa, democrática, federal. La democracia como sistema de vida. La educación laica, gratuita y obligatoria. La paz y la solidaridad internacional. La protección y desarrollo de la familia.Protección de la salud. Protección de los menores. Tenemos principios constitucionales en materia de seguridad y soberanía de la nación y del ejercicio del poder público. La forma en que debe ejercerse el poder para poner en acción al Estado y a toda su estructura. La forma, fundamento y diseño de gobierno. Nuestra constitución prevé la división horizontal y vertical del poder y el respeto entre poderes y órdenes de gobierno para el adecuado y eficaz ejercicio del poder público. El tema es de la mayor importancia tomando en cuenta el entorno de los hechos de acusaciones mutuas de atropello a derechos entre instituciones públicas aquí en nuestro Estado de Hidalgo. El respeto entre poderes, instituciones, organismos, agrupaciones debe prevalecer por exigencia de la propia sociedad. Así, con esa idea lo vimos el día de ayer cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación entregó a López Obrador la Constancia de Mayoría y lo declaró Presidente Electo. En la sesión del Pleno -y puede ser consultada la versión estenográfica y de video- el Presidente Electo, en su intervención, se comprometió y declaró que: “Actuaré con rectitud y respeto a las potestades y respeto a la soberanía de los otros Poderes legalmente constituidos”. La legalidad es el principio fundamental presente en la Constitución y la supremacía de este se garantiza con el llamado “control de la legalidad” y con el “control de la constitucionalidad”. Lo digo con claridad: me gustó esta parte del mensaje del Presidente Electo y me pareció correcto, preciso y apegado a la legalidad ese pronunciamiento. Este posicionamiento y con lo expresado por el gobernador Omar Fayad coinciden en el respeto a las investiduras, a las representaciones y a los órdenes de gobierno. Ojalá que todos los actores políticos, sociales, académicos y empresariales entendamos que México e Hidalgo nos necesitan trabajando con ahínco y en paz. Cada quien desde su espacio de desempeño político o profesional, en pleno respeto a los derechos de los demás. La pacificación siempre será posible cuando todos actuemos respetando el derecho ajeno.

Pachuca, Hidalgo.-  Con sabiduría y con claridad de pensamiento de jurista, el presidente Benito Juárez, el 15 de julio de 1867, en el manifiesto tras derrotar a los imperialistas, proclamó la máxima jurídica “Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Con esta frase se culminó el rescate de la República, el orden constitucional y la definición de que México sería un país de leyes que a los ciudadanos nos conceden derechos y nos establecen obligaciones. Esta máxima igual quedó como referencia para el derecho internacional. A más de 150 años de ese pronunciamiento sigue teniendo vigencia y para la vida democrática es una premisa para la cordial convivencia entre los mexicanos. El pensamiento juarista alcanzó a establecerse en las constituciones de 1857 y de 1917. Así quedaron establecidos los principios constitucionales. Tenemos definida la forma del Estado Mexicano en una República representativa, democrática, federal. La democracia como sistema de vida. La educación laica, gratuita y obligatoria. La paz y la solidaridad internacional. La protección y desarrollo de la familia.Protección de la salud. Protección de los menores. Tenemos principios constitucionales en materia de seguridad y soberanía de la nación y del ejercicio del poder público. La forma en que debe ejercerse el poder para poner en acción al Estado y a toda su estructura. La forma, fundamento y diseño de gobierno. Nuestra constitución prevé la división horizontal y vertical del poder y el respeto entre poderes y órdenes de gobierno para el adecuado y eficaz ejercicio del poder público. El tema es de la mayor importancia tomando en cuenta el entorno de los hechos de acusaciones mutuas de atropello a derechos entre instituciones públicas aquí en nuestro Estado de Hidalgo. El respeto entre poderes, instituciones, organismos, agrupaciones debe prevalecer por exigencia de la propia sociedad. Así, con esa idea lo vimos el día de ayer cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación entregó a López Obrador la Constancia de Mayoría y lo declaró Presidente Electo. En la sesión del Pleno -y puede ser consultada la versión estenográfica y de video- el Presidente Electo, en su intervención, se comprometió y declaró que: “Actuaré con rectitud y respeto a las potestades y respeto a la soberanía de los otros Poderes legalmente constituidos”. La legalidad es el principio fundamental presente en la Constitución y la supremacía de este se garantiza con el llamado “control de la legalidad” y con el “control de la constitucionalidad”. Lo digo con claridad: me gustó esta parte del mensaje del Presidente Electo y me pareció correcto, preciso y apegado a la legalidad ese pronunciamiento. Este posicionamiento y con lo expresado por el gobernador Omar Fayad coinciden en el respeto a las investiduras, a las representaciones y a los órdenes de gobierno. Ojalá que todos los actores políticos, sociales, académicos y empresariales entendamos que México e Hidalgo nos necesitan trabajando con ahínco y en paz. Cada quien desde su espacio de desempeño político o profesional, en pleno respeto a los derechos de los demás. La pacificación siempre será posible cuando todos actuemos respetando el derecho ajeno.