/ jueves 20 de enero de 2022

El PRD y la reforma que viene

A mí me tocó vivir muy de cerca, por ser asesor parlamentario en San Lázaro en ese entonces, todo el proceso de dictamen de la Reforma Energética del año 2013, por cierto, dicha reforma y las presiones de Andrés Manuel López Obrador, fueron el punto de quiebre para que el PRD saliera del llamado Pacto por México.

A nueve años de esa decisión, puedo concluir que fue un gran error estratégico, ya que el PRD contaba con el número suficiente de legisladores en la Cámara de Diputados y en la de Senadores que le hubiera permitido imponer condiciones y candados para que la Reforma Energética pudiera ser perfectible; así como proponer una serie de puntos que ayudarán al sector energético del país, pero sobre todo a los consumidores finales que son todas y todos los mexicanos; lamentablemente la decisión fue el aislamiento.

Así, fuera del Pacto y con mucha convicción de la decisión que se había tomado en su momento, las y los diputados del PRD y el partido en su conjunto, emprendimos una larga lucha para informar a la ciudadanía respecto de los contras de dicha reforma, se organizaron foros para demostrar que no ayudaría al país ni a sus ciudadanos; se hacían asambleas informativas.

Incluso el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas presentó una propuesta de Reforma Energética que contenía ocho puntos, por cierto, ninguno de ellos tenía que ver con cambios a la Constitución; se hizo un gran esfuerzo por recolectar firmas de ciudadanas y ciudadanos para frenar lo que en su momento se vendió como la gran reforma: que permitiría bajar los costos en la energía eléctrica y de los combustibles.

Ahora, como diputado me tocará discutir y analizar la Reforma Energética enviada por el Ejecutivo, sabiendo perfectamente que lo peor que puede hacer un legislador es aislarse, no participar en la discusión o simplemente estar en contra por consigna, creo que la discusión podrá permitir evidenciar los pros y contras.

Gracias a la oposición se logró implementar un Parlamento Abierto que comenzó el pasado 17 de enero y concluirá hasta el 15 de febrero, donde expertos en la materia darán sus opiniones respecto al tema, esto permitirá un diálogo abierto y de cara a la sociedad para que se cuenten con elementos técnicos para juzgar la propuesta.

En el PRD hacemos votos para que este Parlamento Abierto esté lleno de contenido técnico y científico y nos despojemos de los contenidos ideológicos que han venido polarizando al país.

Para el PRD esta reforma en los términos que fue enviada por el Ejecutivo, sigue siendo, como la del 2013: No atiende la problemática actual de la nación, no cuenta con visión de futuro y mucho menos resuelve los grandes rezagos que tenemos como nación en ese estratégico sector.

En esta ocasión la Fracción Parlamentaria del PRD dará el debate, fijamos nuestra postura para que las y los mexicanos cuenten con tarifas justas y accesibles a su bolsillo, que se cuente con calidad en los servicios, debemos garantizar la incorporación de nuevas tecnologías, que la reforma cuente con un apartado que obligue paulatinamente a las autoridades a realizar la transición energética que nosotros hemos planteado desde la reforma del 2013.

En términos muy concretos, debemos entregarle a las y los mexicanos una ley que permita contar con energías limpias, económicas, renovables y que a su vez garantice la soberanía energética del país.

A mí me tocó vivir muy de cerca, por ser asesor parlamentario en San Lázaro en ese entonces, todo el proceso de dictamen de la Reforma Energética del año 2013, por cierto, dicha reforma y las presiones de Andrés Manuel López Obrador, fueron el punto de quiebre para que el PRD saliera del llamado Pacto por México.

A nueve años de esa decisión, puedo concluir que fue un gran error estratégico, ya que el PRD contaba con el número suficiente de legisladores en la Cámara de Diputados y en la de Senadores que le hubiera permitido imponer condiciones y candados para que la Reforma Energética pudiera ser perfectible; así como proponer una serie de puntos que ayudarán al sector energético del país, pero sobre todo a los consumidores finales que son todas y todos los mexicanos; lamentablemente la decisión fue el aislamiento.

Así, fuera del Pacto y con mucha convicción de la decisión que se había tomado en su momento, las y los diputados del PRD y el partido en su conjunto, emprendimos una larga lucha para informar a la ciudadanía respecto de los contras de dicha reforma, se organizaron foros para demostrar que no ayudaría al país ni a sus ciudadanos; se hacían asambleas informativas.

Incluso el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas presentó una propuesta de Reforma Energética que contenía ocho puntos, por cierto, ninguno de ellos tenía que ver con cambios a la Constitución; se hizo un gran esfuerzo por recolectar firmas de ciudadanas y ciudadanos para frenar lo que en su momento se vendió como la gran reforma: que permitiría bajar los costos en la energía eléctrica y de los combustibles.

Ahora, como diputado me tocará discutir y analizar la Reforma Energética enviada por el Ejecutivo, sabiendo perfectamente que lo peor que puede hacer un legislador es aislarse, no participar en la discusión o simplemente estar en contra por consigna, creo que la discusión podrá permitir evidenciar los pros y contras.

Gracias a la oposición se logró implementar un Parlamento Abierto que comenzó el pasado 17 de enero y concluirá hasta el 15 de febrero, donde expertos en la materia darán sus opiniones respecto al tema, esto permitirá un diálogo abierto y de cara a la sociedad para que se cuenten con elementos técnicos para juzgar la propuesta.

En el PRD hacemos votos para que este Parlamento Abierto esté lleno de contenido técnico y científico y nos despojemos de los contenidos ideológicos que han venido polarizando al país.

Para el PRD esta reforma en los términos que fue enviada por el Ejecutivo, sigue siendo, como la del 2013: No atiende la problemática actual de la nación, no cuenta con visión de futuro y mucho menos resuelve los grandes rezagos que tenemos como nación en ese estratégico sector.

En esta ocasión la Fracción Parlamentaria del PRD dará el debate, fijamos nuestra postura para que las y los mexicanos cuenten con tarifas justas y accesibles a su bolsillo, que se cuente con calidad en los servicios, debemos garantizar la incorporación de nuevas tecnologías, que la reforma cuente con un apartado que obligue paulatinamente a las autoridades a realizar la transición energética que nosotros hemos planteado desde la reforma del 2013.

En términos muy concretos, debemos entregarle a las y los mexicanos una ley que permita contar con energías limpias, económicas, renovables y que a su vez garantice la soberanía energética del país.