/ domingo 1 de mayo de 2022

EL PINTOR REALMONTENSE MAS NOTABLE

Muchos hidalguenses no conocen de la vida y obra de este pintor nacido en Real del Monte y muerto en la CDMX en 1872. Empezó a vivir en 1834, cuando el país estaba empezando a construir su futuro ya que estaba iniciando su vida como nación. En Real del Monte se encontraban en ese momento los ingleses de la Compañía de Caballeros de las Minas de Real del Monte. Estos cornwaleces (gentilicio de los ingleses que de Cornwall llegaron) y que en 1826 inician la explotación de sus minas y mejor sea dicho a reconstruir a la industria minera que estaba abandonada por los descendientes del Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros. En ese Real del Monte romántico que mucho apreció la llegada de los Británicos y el resurgimiento de la minería y su consecuente oferta de empleo. Estos ingleses trajeron la más avanzada tecnología de la época para entonces con la implementación de la energía del vapor, que era una novedad pero que según los mismos ingleses, los mineros realmontenses pronto aprendieron a usar y se convirtiéndose en excelentes trabajadores de la maquinaria de vapor, que vino a sustituir en las minas al uso de la fuerza de las bestias y de los hombres.

Ramón Sagredo que es el nombre de este destacado paisano, obtuvo en 1854 una beca para estudiar el arte de la pintura e ingresó a la Academia de San Carlos en México donde tuvo como maestro al ilustre pintor Pelegrín Clavé. Al terminar sus estudios trabajó profesionalmente haciendo retrato para los integrantes la sociedad de recursos y obtuvo con esos trabajos gran prestigio ya que era muy bueno. También realizó obras de su propia inspiración y eso le hizo recibir mayor reconocimiento y así durante el imperio de Maximiliano, se le encargó el cuadro oficial del insigne insurgente, Vicente Guerrero. También recibió el encargo de pintar la cúpula de la famosa iglesia de La Profesa, obra muy acreditada pero que en un incendio que padeció este templo, las pinturas y la cúpula desaparecieron.

Ramón Sagredo era un artista intenso y muy preocupado por sobresalir, lo cual le generaba mucho apremio y en su obra fue dejando su salud mental y se tornó tormentoso y exitado.

Sobresalieron sus cuadros “Jesús en el camino a Emmaus”, celebrada en sus días, por el dulce sentimiento que ahí se expresa y su elevada inspiración; “La muerte de Sócrates”; “Ismael en el Desierto”; “El castillo de Emmaus” y “Prometeo”, que son las obras que lo consagrarían definitivamente. También fue autor de los medallones que decoran el techo de las galerías de pintura de la antigua Academia de San Carlos. Sagredo padeció crisis que abundan en los artistas de profundo sentimiento y así a la temprana edad de 38 años se suicidó en la capital, terminando con una carrera que prometía muchas obras. Pero con la realizada se instaló en la galería de grandes pintores del siglo XIX mexicano.

Abril-Mayo de 2022

Muchos hidalguenses no conocen de la vida y obra de este pintor nacido en Real del Monte y muerto en la CDMX en 1872. Empezó a vivir en 1834, cuando el país estaba empezando a construir su futuro ya que estaba iniciando su vida como nación. En Real del Monte se encontraban en ese momento los ingleses de la Compañía de Caballeros de las Minas de Real del Monte. Estos cornwaleces (gentilicio de los ingleses que de Cornwall llegaron) y que en 1826 inician la explotación de sus minas y mejor sea dicho a reconstruir a la industria minera que estaba abandonada por los descendientes del Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros. En ese Real del Monte romántico que mucho apreció la llegada de los Británicos y el resurgimiento de la minería y su consecuente oferta de empleo. Estos ingleses trajeron la más avanzada tecnología de la época para entonces con la implementación de la energía del vapor, que era una novedad pero que según los mismos ingleses, los mineros realmontenses pronto aprendieron a usar y se convirtiéndose en excelentes trabajadores de la maquinaria de vapor, que vino a sustituir en las minas al uso de la fuerza de las bestias y de los hombres.

Ramón Sagredo que es el nombre de este destacado paisano, obtuvo en 1854 una beca para estudiar el arte de la pintura e ingresó a la Academia de San Carlos en México donde tuvo como maestro al ilustre pintor Pelegrín Clavé. Al terminar sus estudios trabajó profesionalmente haciendo retrato para los integrantes la sociedad de recursos y obtuvo con esos trabajos gran prestigio ya que era muy bueno. También realizó obras de su propia inspiración y eso le hizo recibir mayor reconocimiento y así durante el imperio de Maximiliano, se le encargó el cuadro oficial del insigne insurgente, Vicente Guerrero. También recibió el encargo de pintar la cúpula de la famosa iglesia de La Profesa, obra muy acreditada pero que en un incendio que padeció este templo, las pinturas y la cúpula desaparecieron.

Ramón Sagredo era un artista intenso y muy preocupado por sobresalir, lo cual le generaba mucho apremio y en su obra fue dejando su salud mental y se tornó tormentoso y exitado.

Sobresalieron sus cuadros “Jesús en el camino a Emmaus”, celebrada en sus días, por el dulce sentimiento que ahí se expresa y su elevada inspiración; “La muerte de Sócrates”; “Ismael en el Desierto”; “El castillo de Emmaus” y “Prometeo”, que son las obras que lo consagrarían definitivamente. También fue autor de los medallones que decoran el techo de las galerías de pintura de la antigua Academia de San Carlos. Sagredo padeció crisis que abundan en los artistas de profundo sentimiento y así a la temprana edad de 38 años se suicidó en la capital, terminando con una carrera que prometía muchas obras. Pero con la realizada se instaló en la galería de grandes pintores del siglo XIX mexicano.

Abril-Mayo de 2022