/ domingo 29 de noviembre de 2020

El insigne maestro Nicolás García de San Vicente

Ahora que termina el mes de noviembre de 2020, recordemos por su fecha de nacimiento al Gran Educador, Maestro de Generaciones mil, Don Nicolás García de San Vicente quien nació en Acaxochitlán, Hgo., el 23 de noviembre de 1793. (hace 227 años).

Siguió la carrera eclesiástica en la ciudad de Puebla y en la de México, donde estudió Derecho Canónico y Derecho Civil; obteniendo por sus brillantes estudios una distinción de honor y ordenándose Sacerdote.

Después regresó al seminario de Puebla, donde ya había cursado Filosofía, y en 1818 ingresó como catedrático de Etimologías. Geografía, Gramática y Filosofía.

Con estos títulos se fue a radicar a Tulancingo, y fue electo diputado al Congreso de la Unión que debió reunirse en Puebla, en 1823: mas no se reunió debido a la pugna entre quienes pedían a Iturbide como emperador y quienes deseaban lo contrario o sea la República.

En 1825 fundó la Sociedad Protectora de la Instrucción Pública, que presidió hasta 1829. Con tal motivo creó el famoso Silabario, obra con la que aprendieron a leer varias generaciones. En esta obra compuesta en verso los niños se familiarizaban con las letras y sus combinaciones para aprender a leer y a escribir. Un Método sencillo y al mismo tiempo genial que fue el instrumento de alfabetización en México hasta muchos años después de fallecido el Sacerdote de Acaxochitlán.

En los años siguientes se dedicó plenamente a labores literarias y pedagógicas, escribiendo varios libros sobre gramática, cosmografía, a la vez que aplicaba sus amplios conocimientos sobre varias lenguas para traducir a autores europeos.

En 1830 fue designado Primer Consejero del Gobierno del Estado de México, y nuevamente electo diputado al Congreso Federal. Este año publicó una Ortografía Castellana acomodada a la pronunciación mexicana en verso, que alcanzó varias impresiones editada por Galván, aquel famoso impresor del Calendario Galván.

Continuó con su pasión por la educación, dictando clase de Educación Musical; y creó algunas producciones literarias. Poco tiempo antes de su muerte fue nombrado, en 1845, vocal de la Asamblea Departamental de México. Ha sido considerado como apóstol de la educación y el sacerdocio. Murió en la ciudad de México, el 23 de diciembre de 1845, y su memoria ha sido perpetuada por los hidalguenses dedicados a la educación. Se le erigió un monumento en el Paseo de la Reforma de la capital de la República.

Sobre él escribió el poeta: “Cuántas bellas escenas nos recuerdan el querido terruño; es que la belleza es muy difícil de olvidar. Así, para que no olvidaran los niños sus primeras letras, Nicolás García de San Vicente en Tulancingo, escribió cantando El Silabario, y en las planicies del verde valle, entre flores y ahuehuetes, chocan los versos rimados del cuaderno con las hojas destellantes en recuerdo del maestro-sacerdote de Acaxochitlán.

Ahora que termina el mes de noviembre de 2020, recordemos por su fecha de nacimiento al Gran Educador, Maestro de Generaciones mil, Don Nicolás García de San Vicente quien nació en Acaxochitlán, Hgo., el 23 de noviembre de 1793. (hace 227 años).

Siguió la carrera eclesiástica en la ciudad de Puebla y en la de México, donde estudió Derecho Canónico y Derecho Civil; obteniendo por sus brillantes estudios una distinción de honor y ordenándose Sacerdote.

Después regresó al seminario de Puebla, donde ya había cursado Filosofía, y en 1818 ingresó como catedrático de Etimologías. Geografía, Gramática y Filosofía.

Con estos títulos se fue a radicar a Tulancingo, y fue electo diputado al Congreso de la Unión que debió reunirse en Puebla, en 1823: mas no se reunió debido a la pugna entre quienes pedían a Iturbide como emperador y quienes deseaban lo contrario o sea la República.

En 1825 fundó la Sociedad Protectora de la Instrucción Pública, que presidió hasta 1829. Con tal motivo creó el famoso Silabario, obra con la que aprendieron a leer varias generaciones. En esta obra compuesta en verso los niños se familiarizaban con las letras y sus combinaciones para aprender a leer y a escribir. Un Método sencillo y al mismo tiempo genial que fue el instrumento de alfabetización en México hasta muchos años después de fallecido el Sacerdote de Acaxochitlán.

En los años siguientes se dedicó plenamente a labores literarias y pedagógicas, escribiendo varios libros sobre gramática, cosmografía, a la vez que aplicaba sus amplios conocimientos sobre varias lenguas para traducir a autores europeos.

En 1830 fue designado Primer Consejero del Gobierno del Estado de México, y nuevamente electo diputado al Congreso Federal. Este año publicó una Ortografía Castellana acomodada a la pronunciación mexicana en verso, que alcanzó varias impresiones editada por Galván, aquel famoso impresor del Calendario Galván.

Continuó con su pasión por la educación, dictando clase de Educación Musical; y creó algunas producciones literarias. Poco tiempo antes de su muerte fue nombrado, en 1845, vocal de la Asamblea Departamental de México. Ha sido considerado como apóstol de la educación y el sacerdocio. Murió en la ciudad de México, el 23 de diciembre de 1845, y su memoria ha sido perpetuada por los hidalguenses dedicados a la educación. Se le erigió un monumento en el Paseo de la Reforma de la capital de la República.

Sobre él escribió el poeta: “Cuántas bellas escenas nos recuerdan el querido terruño; es que la belleza es muy difícil de olvidar. Así, para que no olvidaran los niños sus primeras letras, Nicolás García de San Vicente en Tulancingo, escribió cantando El Silabario, y en las planicies del verde valle, entre flores y ahuehuetes, chocan los versos rimados del cuaderno con las hojas destellantes en recuerdo del maestro-sacerdote de Acaxochitlán.