/ domingo 13 de diciembre de 2020

El ilustre médico Aniceto Ortega del Villar

Ahora hablaremos de un ilustre Médico y Músico hidalguense, nos referimos al Dr. Aniceto Ortega, de Tulancingo.

Su vida es un recorrido de éxitos y triunfos y todo lo que emprendió lo hizo con brillantez. En lo personal lo admiro mucho por sus diferentes vocaciones, la combinación de Científico y Artista no es común en el México del siglo XIX. Veamos su vida:

Vio la luz primera en Tulancingo, el 17 de abril de 1825, fue hijo del poeta de ideas nacionalistas y republicanas Francisco Ortega (1793-1849). Cursó sus estudios primarios en la ciudad de México, y en 1837 ingresó al Seminario Conciliar para estudiar el bachillerato, el cual terminó en San Ildefonso en 1840. Siguió la carrera de medicina (1841- 1845); en 1849 viajó a Europa donde se especializó en obstetricia y al mismo tiempo estudió música.

Volvió a México en 1851 y formó parte de la Segunda Academia de Medicina. En 1865 durante el Segundo Imperio, fue miembro del Consejo Superior de Salubridad, y posteriormente director de la Casa de Maternidad, puesto que ganó por concurso de oposición.

Fue también profesor de clínica obstétrica de la Escuela de Medicina.

Juárez lo nombró catedrático de la Escuela de Obstetricia en 1868. Fue autor de un procedimiento de embriotomía, hizo transfusiones de sangre, y en San Luis Potosí ligó con éxito la carótida primitiva. Junto con el doctor Néstor Lellechea realizó la primera sinfisiotomía (procedimiento para facilitar el parto sin cesárea) Como médico figura entre los más notables obstetras mexicanos del pasado siglo.

Aniceto Ortega fue además pianista, crítico musical y autor de varias composiciones. Él y su grupo de amigos formaron la Sociedad Filarmónica Mexicana (1866), que al paso del tiempo se convertiría en la Escuela de Música.

En 1863 compuso la Marcha Zaragoza, su obra más famosa puesto que se convirtió en un himno de los liberales contra la intervención francesa. y ante el presidente Juárez, el Dr. Aniceto Ortega, dirigiendo una orquesta, banda militar y diez pianos, interpretó su célebre marcha, que llegó a proponerse como himno nacional. Tiempo después se recibía información de que la “Marcha Zaragoza” había sido interpretada por las bandas militares alemanas al entrar triunfantes a París en 1871.

Su obra se inscribe dentro del romanticismo mexicano y en ella figuran las siguientes composiciones: Marcha Republicana, Marcha Potosina, Marcha Riva Palacio, Invocación a Beethoven y otras. Compuso también una ópera: “Guatimontzin”, que se entrenó en la ciudad de México, en septiembre de 1871.

Cuatro años después murió en noviembre de 1875. El escritor Francisco Sosa lo conoció de cerca y al reseñar la biografía de Ortega, escribió: “Honra de la patria, de la ciencia y del arte”.

Como músico entusiasmó a todo un pueblo con sus melodías, como científico era un erudito, y como pianista su estilo era correcto y brillantísimo, le proclamaban todos: el Chopin mexicano.

Ahora hablaremos de un ilustre Médico y Músico hidalguense, nos referimos al Dr. Aniceto Ortega, de Tulancingo.

Su vida es un recorrido de éxitos y triunfos y todo lo que emprendió lo hizo con brillantez. En lo personal lo admiro mucho por sus diferentes vocaciones, la combinación de Científico y Artista no es común en el México del siglo XIX. Veamos su vida:

Vio la luz primera en Tulancingo, el 17 de abril de 1825, fue hijo del poeta de ideas nacionalistas y republicanas Francisco Ortega (1793-1849). Cursó sus estudios primarios en la ciudad de México, y en 1837 ingresó al Seminario Conciliar para estudiar el bachillerato, el cual terminó en San Ildefonso en 1840. Siguió la carrera de medicina (1841- 1845); en 1849 viajó a Europa donde se especializó en obstetricia y al mismo tiempo estudió música.

Volvió a México en 1851 y formó parte de la Segunda Academia de Medicina. En 1865 durante el Segundo Imperio, fue miembro del Consejo Superior de Salubridad, y posteriormente director de la Casa de Maternidad, puesto que ganó por concurso de oposición.

Fue también profesor de clínica obstétrica de la Escuela de Medicina.

Juárez lo nombró catedrático de la Escuela de Obstetricia en 1868. Fue autor de un procedimiento de embriotomía, hizo transfusiones de sangre, y en San Luis Potosí ligó con éxito la carótida primitiva. Junto con el doctor Néstor Lellechea realizó la primera sinfisiotomía (procedimiento para facilitar el parto sin cesárea) Como médico figura entre los más notables obstetras mexicanos del pasado siglo.

Aniceto Ortega fue además pianista, crítico musical y autor de varias composiciones. Él y su grupo de amigos formaron la Sociedad Filarmónica Mexicana (1866), que al paso del tiempo se convertiría en la Escuela de Música.

En 1863 compuso la Marcha Zaragoza, su obra más famosa puesto que se convirtió en un himno de los liberales contra la intervención francesa. y ante el presidente Juárez, el Dr. Aniceto Ortega, dirigiendo una orquesta, banda militar y diez pianos, interpretó su célebre marcha, que llegó a proponerse como himno nacional. Tiempo después se recibía información de que la “Marcha Zaragoza” había sido interpretada por las bandas militares alemanas al entrar triunfantes a París en 1871.

Su obra se inscribe dentro del romanticismo mexicano y en ella figuran las siguientes composiciones: Marcha Republicana, Marcha Potosina, Marcha Riva Palacio, Invocación a Beethoven y otras. Compuso también una ópera: “Guatimontzin”, que se entrenó en la ciudad de México, en septiembre de 1871.

Cuatro años después murió en noviembre de 1875. El escritor Francisco Sosa lo conoció de cerca y al reseñar la biografía de Ortega, escribió: “Honra de la patria, de la ciencia y del arte”.

Como músico entusiasmó a todo un pueblo con sus melodías, como científico era un erudito, y como pianista su estilo era correcto y brillantísimo, le proclamaban todos: el Chopin mexicano.