Las drogas en su uso recreativo han incitado guerras, por ejemplo, la Guerra del Opio entre el imperio chino y el británico, han acompañado movimientos contraculturales como el hippie y el rock, pero siempre han sido un lastre para la humanidad al hacer más grave la violencia y la pobreza.
México enfrenta por un lado el blindaje de la frontera norte y por otro las caravanas de migrantes provenientes de países del sur, además de muchos paisanos que desean mejorar su calidad de vida, entre las principales razones en búsqueda de seguridad.
Un dato brutal correspondiente a nuestro país: en el primer semestre del año hubo 17 mil 608 víctimas de homicidio, lo que es un récord en las últimas dos décadas, con una tasa de casi 14 asesinatos por cada cien mil habitantes, en junio y febrero se llegó a 102.6 y 102.7 homicidios por día, respectivamente, siendo los meses más negros.
El narcotráfico contribuye a elevar cada vez más las cifras, desafortunadamente es un negocio que ha comprado voluntades, dentro y fuera del gobierno, su dinero sucio atrae a miles a sus filas, incluso vemos que niños y mujeres han ingresado para obtener sus ilusorios beneficios.
El narco es un negocio que está acabando con todos los demás: socava la inversión y a las PyMES, lo que preocupa debido a la fragilidad de los indicadores; no vamos bien, por ejemplo, la Inversión Extranjera Directa en México sumó 18,102 miles de millones de dólares en el primer semestre del año, 18.7% menor a lo ingresado en el mismo lapso del año anterior que fue de 22.3 mmd.
Hay otra cifra negra sobre el número de comerciantes, de agricultores, ganaderos y en general empresarios que son o han sido extorsionados por el narcotráfico y que deben pagar por continuar trabajando o bien que definitivamente cerraron, pues la gran mayoría no denuncia por miedo.
De ahí que la confianza en las instituciones se debe restaurar con una estrategia inteligente, pues las consecuencias son también económicas, y por los datos proporcionados anteriormente deducimos que la economía mexicana no pasa por su mejor momento, a esto debemos sumar la amenaza de recesión global. ¿Qué hacer?
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) entregó el reconocimiento al Chief Financial Officers (CFO) del año para destacar la labor de los directores de finanzas. Los ganadores fueron Rodrigo de la Maza, de Grupo Proeza, y Miguel Aliaga Gargollo, de Fibra Inn. Ambos coincidieron en que a pesar de la incertidumbre y la desaceleración económica que permea en el país, las empresas tienen que salir a buscar oportunidades para crecer.
“La historia nos dice que los ciclos de bajo crecimiento económico son momentos de riesgo, pero también de oportunidad para los que están bien preparados”, señaló Rodrigo de la Maza, ganador de la categoría de empresas con una facturación mayor a 15 mil millones de pesos en 2018.
Las grandes empresas pueden hacer de los tiempos difíciles una oportunidad, pero las empresas pequeñas y los negocios familiares van a sufrir las consecuencias si no se comienza a corregir el rumbo.
