/ domingo 2 de mayo de 2021

Día del niño

Este pasado viernes 30 de abril conmemoramos a los niños. Es muy justo dedicar un día del año a festejar a quienes nos regalan todo el año con ternura, inocencia, candor y nos llenan el alma de amor. Al mismo tiempo recordamos el día 30 de mes primaveral a nosotros mismos cuando fuimos niños, nuestros padres, nuestra escuela, nuestros compañeros, nuestros maestros y maestras y en fin todo lo que nos recuerda la infancia.

Cierto es que no todos tienen un bello recuerdo de su infancia, principalmente por el descuido egoísta de sus padres ya que muchas criaturas padecen la ausencia o la separación de sus padres que por egoísmo y sin reparar en los niños disuelven el vínculo matrimonial y se van del hogar en busca de un futuro incierto que creen pueden tener en otra casa o con otra persona.

No hay mayor desazón en el corazón de un niño o niña que el que sus padres se peleen, se separen o lleven una conducta indigna del sagrado deber de ser padres de una familia.

Hay hombres y mujeres que dejan su familia porque creen haber encontrado una mejor perspectiva en otra parte o en otra persona. Ya nadie piensa en el sacrificio y la paciencia que se requiere a veces en el matrimonio. Ya nadie piensa en que a veces hay que sacrificar los deseos por estar a lado de los hijos. Muchos dicen que es mejor separarse que pelear enfrente de las criaturas, pero la verdad es que debemos evitar pelear y buscar con humildad el llevar bien toda relación.

El que no puede llevar en paz su familia, cómo va a llevar en paz su trabajo, sus relaciones con sus clientes, o con sus compañeros, subordinados o superiores en el trabajo. El que no puede arreglar sus asuntos del hogar, cómo puede llevar a cabo misiones o comisiones importantes donde labora, en el medio social o político. Hay personas que no les basta un fracaso o dos matrimonios, quieren seguir buscando una felicidad que ellos mismo entorpecen por el escaso dominio de sí mismos y llevan tres o cuatro matrimonios y nunca se estabilizan.

Por eso decimos que muchas veces, contrario a los que digan algunos consejeros o sicólogos, hay que aguantar y arreglar los asuntos del hogar siempre antes de huir, porque hay muchos que huyen siempre y nunca se encuentran y en ese huir siempre buscando en forma egoísta el bienestar aparente, van dejando en el camino, cónyuges y criaturas frustradas e infelices.

Los niños por su parte siempre con su inocencia quieren unir y no hay mayor felicidad para ellos que tener a sus familias unidas, estables y contentas. Dicen los que saben que los consejos y orientaciones a los hijos enseñan, pero que el ejemplo arrastra.

Decía la Madre Teresa de Calcuta que “no hay necesidad de que hables con tus hijos, todo el tiempo te están viendo”. Por supuesto que también necesitan de amor, mucho amor; un niño o una niña que han sido amados en su infancia tienen mejores posibilidades de ser felices cuando adultos.

Pensemos siempre en ellos. Mayo 2021

Este pasado viernes 30 de abril conmemoramos a los niños. Es muy justo dedicar un día del año a festejar a quienes nos regalan todo el año con ternura, inocencia, candor y nos llenan el alma de amor. Al mismo tiempo recordamos el día 30 de mes primaveral a nosotros mismos cuando fuimos niños, nuestros padres, nuestra escuela, nuestros compañeros, nuestros maestros y maestras y en fin todo lo que nos recuerda la infancia.

Cierto es que no todos tienen un bello recuerdo de su infancia, principalmente por el descuido egoísta de sus padres ya que muchas criaturas padecen la ausencia o la separación de sus padres que por egoísmo y sin reparar en los niños disuelven el vínculo matrimonial y se van del hogar en busca de un futuro incierto que creen pueden tener en otra casa o con otra persona.

No hay mayor desazón en el corazón de un niño o niña que el que sus padres se peleen, se separen o lleven una conducta indigna del sagrado deber de ser padres de una familia.

Hay hombres y mujeres que dejan su familia porque creen haber encontrado una mejor perspectiva en otra parte o en otra persona. Ya nadie piensa en el sacrificio y la paciencia que se requiere a veces en el matrimonio. Ya nadie piensa en que a veces hay que sacrificar los deseos por estar a lado de los hijos. Muchos dicen que es mejor separarse que pelear enfrente de las criaturas, pero la verdad es que debemos evitar pelear y buscar con humildad el llevar bien toda relación.

El que no puede llevar en paz su familia, cómo va a llevar en paz su trabajo, sus relaciones con sus clientes, o con sus compañeros, subordinados o superiores en el trabajo. El que no puede arreglar sus asuntos del hogar, cómo puede llevar a cabo misiones o comisiones importantes donde labora, en el medio social o político. Hay personas que no les basta un fracaso o dos matrimonios, quieren seguir buscando una felicidad que ellos mismo entorpecen por el escaso dominio de sí mismos y llevan tres o cuatro matrimonios y nunca se estabilizan.

Por eso decimos que muchas veces, contrario a los que digan algunos consejeros o sicólogos, hay que aguantar y arreglar los asuntos del hogar siempre antes de huir, porque hay muchos que huyen siempre y nunca se encuentran y en ese huir siempre buscando en forma egoísta el bienestar aparente, van dejando en el camino, cónyuges y criaturas frustradas e infelices.

Los niños por su parte siempre con su inocencia quieren unir y no hay mayor felicidad para ellos que tener a sus familias unidas, estables y contentas. Dicen los que saben que los consejos y orientaciones a los hijos enseñan, pero que el ejemplo arrastra.

Decía la Madre Teresa de Calcuta que “no hay necesidad de que hables con tus hijos, todo el tiempo te están viendo”. Por supuesto que también necesitan de amor, mucho amor; un niño o una niña que han sido amados en su infancia tienen mejores posibilidades de ser felices cuando adultos.

Pensemos siempre en ellos. Mayo 2021