/ martes 1 de diciembre de 2020

Del no mentir, no robar, no traicionar, a la cruda realidad

A dos años de su llegada a la presidencia de la República, Andrés Manuel es la versión corregida y aumentada de todo aquello que dijo estar decidido a combatir.

López Obrador se ganó el voto de muchos mexicanos porque creyeron en su promesa de No Mentir, No Robar, No Traicionar, pero la realidad a la que ahora nos enfrentamos nos deja ver que el Presidente de México nunca ha tenido intención de cumplir con ese precepto tan esperanzador para los millones de ciudadanos que le brindaron su confianza y apoyo.

Quizá lo más indignante de su gobierno sea, al día de hoy, la pérdida de casi 106 mil vidas a causa del pésimo manejo de la pandemia por COVID-SARS-COV2, considerando, además, las repercusiones sociales, económicas y laborales concomitantes.

A solo dos años, podemos afirmar, que éste, es el gobierno más corrupto del que se tenga registro, baste mencionar la enorme cantidad de contratos adjudicados de manera directa a empresas creadas a pocas de semanas de llegar Morena al poder, las cuales, además de no contar con la experiencia e infraestructura necesaria para ser proveedor del gobierno, facturan con sobreprecio, sus productos no cumplen las especificaciones establecidas en el contrato, y de calidad, mejor no hablamos, además de lo anterior, no cumplen con las fechas de entrega.

Solo recordemos las empresas de Zoe Robledo y su hermano, al hijo de Manuel Bartlett y sus respiradores vendidos al IMSS, la heparina que fue adquirida por PEMEX sin cumplir con los requisitos sanitarios lo que provocó la muerte de pacientes con insuficiencia renal que requerían hemodiálisis. Y que decir de la pujante empresa chocolatera de los hijos de AMLO denominada “Chocolates Finca Rocío”, de la que nadie sabe de donde salieron los recursos para su apertura. Ah, se me olvidaba, el regalito que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas hizo a la empresa de la nuera del Presidente, Carolyn Adams, al ceder 53.87 hectáreas de reserva ecológica ubicada en la Isla Grande de Holbox a la empresa Desarrollos Inmobiliarios Xubaab S.A.P.I. de C.V.

Y para cerrar estos dos años de corrupción y mentiras, apenas el pasado jueves 26 de noviembre, una vez más, Andrés Manuel le dio al pueblo gato por liebre, ahora utilizando al Senado.

Una de sus tantas promesas fue impulsar la desaparición del fuero a los Presidentes, para que puedan ser juzgados como cualquier ciudadano. Pues no, para estar en condiciones de juzgar al Presidente como a cualquiera de nosotros, primero tendrá que desahogarse el juicio político, el cual puede demorarse lo que haga falta para no llevar al Presidente ante la justicia. Es realidad lo único que los senadores aprobaron fue aumentar el catálogo de delitos por los que se puede juzgarse al Titular del Poder Ejecutivo, entre ellos, traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales, pero el Presidente gozará del privilegio de evadir a la justicia, hasta en tanto no se le someta a juicio político y se declare la procedencia del desafuero.

2020 no ha sido un buen año para el mundo, pero para los mexicanos menos. Al paso de los años recordaremos a 2020 como el año de la muerte, la pobreza, la desigualdad, la corrupción y la impunidad.

Por cierto, no esperemos que a partir de hoy nuestro sistema de salud sea como el de Dinamarca o Canadá. Esa fue una mentir más.

A dos años de su llegada a la presidencia de la República, Andrés Manuel es la versión corregida y aumentada de todo aquello que dijo estar decidido a combatir.

López Obrador se ganó el voto de muchos mexicanos porque creyeron en su promesa de No Mentir, No Robar, No Traicionar, pero la realidad a la que ahora nos enfrentamos nos deja ver que el Presidente de México nunca ha tenido intención de cumplir con ese precepto tan esperanzador para los millones de ciudadanos que le brindaron su confianza y apoyo.

Quizá lo más indignante de su gobierno sea, al día de hoy, la pérdida de casi 106 mil vidas a causa del pésimo manejo de la pandemia por COVID-SARS-COV2, considerando, además, las repercusiones sociales, económicas y laborales concomitantes.

A solo dos años, podemos afirmar, que éste, es el gobierno más corrupto del que se tenga registro, baste mencionar la enorme cantidad de contratos adjudicados de manera directa a empresas creadas a pocas de semanas de llegar Morena al poder, las cuales, además de no contar con la experiencia e infraestructura necesaria para ser proveedor del gobierno, facturan con sobreprecio, sus productos no cumplen las especificaciones establecidas en el contrato, y de calidad, mejor no hablamos, además de lo anterior, no cumplen con las fechas de entrega.

Solo recordemos las empresas de Zoe Robledo y su hermano, al hijo de Manuel Bartlett y sus respiradores vendidos al IMSS, la heparina que fue adquirida por PEMEX sin cumplir con los requisitos sanitarios lo que provocó la muerte de pacientes con insuficiencia renal que requerían hemodiálisis. Y que decir de la pujante empresa chocolatera de los hijos de AMLO denominada “Chocolates Finca Rocío”, de la que nadie sabe de donde salieron los recursos para su apertura. Ah, se me olvidaba, el regalito que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas hizo a la empresa de la nuera del Presidente, Carolyn Adams, al ceder 53.87 hectáreas de reserva ecológica ubicada en la Isla Grande de Holbox a la empresa Desarrollos Inmobiliarios Xubaab S.A.P.I. de C.V.

Y para cerrar estos dos años de corrupción y mentiras, apenas el pasado jueves 26 de noviembre, una vez más, Andrés Manuel le dio al pueblo gato por liebre, ahora utilizando al Senado.

Una de sus tantas promesas fue impulsar la desaparición del fuero a los Presidentes, para que puedan ser juzgados como cualquier ciudadano. Pues no, para estar en condiciones de juzgar al Presidente como a cualquiera de nosotros, primero tendrá que desahogarse el juicio político, el cual puede demorarse lo que haga falta para no llevar al Presidente ante la justicia. Es realidad lo único que los senadores aprobaron fue aumentar el catálogo de delitos por los que se puede juzgarse al Titular del Poder Ejecutivo, entre ellos, traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales, pero el Presidente gozará del privilegio de evadir a la justicia, hasta en tanto no se le someta a juicio político y se declare la procedencia del desafuero.

2020 no ha sido un buen año para el mundo, pero para los mexicanos menos. Al paso de los años recordaremos a 2020 como el año de la muerte, la pobreza, la desigualdad, la corrupción y la impunidad.

Por cierto, no esperemos que a partir de hoy nuestro sistema de salud sea como el de Dinamarca o Canadá. Esa fue una mentir más.

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