/ miércoles 14 de julio de 2021

Consulta al estilo romano

Sapere Aude


La consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana en el que se aprueba o rechaza una o varias propuestas sobre temas de interés público.

El próximo domingo primero de agosto se instalarán en el país 57 mil mesas receptoras de votación, la organización de dicha consulta le costará al pueblo de México 522 millones de pesos y la pregunta formulada por el presidente era tan tendenciosa y excluyente que solo mencionaba a un reducido grupo de expresidentes de la república, dejando fuera al Poder Judicial o algún otro personaje que por sus decisiones u omisiones haya incurrido en algún hecho constitutivo de delito y por el mismo, pueda ser juzgado, motivo por el cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tuvo que reformularla.

La consulta ciudadana debería ser una herramienta eficiente para que los ciudadanos tomen protagonismo en los temas de interés público, el problema es cuando se vuelve un mecanismo para que el gobierno justifique sus caprichos, sus omisiones o incluso su incompetencia o peor aún, cuando se utiliza para llevar a cabo una venganza en contra de adversarios políticos.

Es evidente que la consulta tiene el fin de continuar la ruta de polarización del país, los que estamos en contra de ella, no es por defender a quienes hayan cometido algún delito, o cubrirlos bajo un manto de impunidad, que por cierto, hoy se extiende en varias personas cercanas a la Cuarta Transformación, desde funcionarios, hasta delincuentes; incluso a los hermanos del presidente, que en videos se documentó que en años anteriores recibieron fuertes sumas de dinero que se presume eran para las campañas político-electorales de Andrés Manuel, hoy no están siendo investigados.

No creo que algún mexicano esté en contra del esclarecimiento de las decisiones tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las víctimas. Yo soy un convencido que debe privilegiarse siempre el Estado de Derecho.

Los que estamos en contra de la consulta es porque consideramos que la justicia, así como los derechos y las libertades no deben de ser consultados, si alguien cometió algún delito debe ser castigado sin someterlo a ninguna consulta previa, si los hermanos del presidente recibieron dinero para la campaña de su hermano deben de ser investigados sin consultar a nadie; si algún funcionario de este o gobiernos anteriores se enriqueció de manera ilícita, debe de ser sancionado sin consulta.

Los que estamos en contra de la consulta pretendemos que el presidente y la Fiscalía asuman su responsabilidad e inicien el proceso judicial para deslindar o fincar responsabilidades trátese de quien se trate.

Pero como todo buen emperador Andrés Manuel no quiere quedarse atrás y quiere consultar, como lo hacían en el Coliseo Romano, ¿Quién puede vivir y quién debe morir?, ¿A quién se castiga y a quién no?, ¡Vaya manera de pervertir un mecanismo tan eficiente y útil para la sociedad como la consulta ciudadana!

Por eso, si usted tiene la intención de participar amigo lector, hágalo consciente de que la consulta es más pan y circo para el pueblo de México, ya que insisto, las libertades, los derechos y la justicia, no deben ser consultados, deben ser ejercidos.

Sapere Aude


La consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana en el que se aprueba o rechaza una o varias propuestas sobre temas de interés público.

El próximo domingo primero de agosto se instalarán en el país 57 mil mesas receptoras de votación, la organización de dicha consulta le costará al pueblo de México 522 millones de pesos y la pregunta formulada por el presidente era tan tendenciosa y excluyente que solo mencionaba a un reducido grupo de expresidentes de la república, dejando fuera al Poder Judicial o algún otro personaje que por sus decisiones u omisiones haya incurrido en algún hecho constitutivo de delito y por el mismo, pueda ser juzgado, motivo por el cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tuvo que reformularla.

La consulta ciudadana debería ser una herramienta eficiente para que los ciudadanos tomen protagonismo en los temas de interés público, el problema es cuando se vuelve un mecanismo para que el gobierno justifique sus caprichos, sus omisiones o incluso su incompetencia o peor aún, cuando se utiliza para llevar a cabo una venganza en contra de adversarios políticos.

Es evidente que la consulta tiene el fin de continuar la ruta de polarización del país, los que estamos en contra de ella, no es por defender a quienes hayan cometido algún delito, o cubrirlos bajo un manto de impunidad, que por cierto, hoy se extiende en varias personas cercanas a la Cuarta Transformación, desde funcionarios, hasta delincuentes; incluso a los hermanos del presidente, que en videos se documentó que en años anteriores recibieron fuertes sumas de dinero que se presume eran para las campañas político-electorales de Andrés Manuel, hoy no están siendo investigados.

No creo que algún mexicano esté en contra del esclarecimiento de las decisiones tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las víctimas. Yo soy un convencido que debe privilegiarse siempre el Estado de Derecho.

Los que estamos en contra de la consulta es porque consideramos que la justicia, así como los derechos y las libertades no deben de ser consultados, si alguien cometió algún delito debe ser castigado sin someterlo a ninguna consulta previa, si los hermanos del presidente recibieron dinero para la campaña de su hermano deben de ser investigados sin consultar a nadie; si algún funcionario de este o gobiernos anteriores se enriqueció de manera ilícita, debe de ser sancionado sin consulta.

Los que estamos en contra de la consulta pretendemos que el presidente y la Fiscalía asuman su responsabilidad e inicien el proceso judicial para deslindar o fincar responsabilidades trátese de quien se trate.

Pero como todo buen emperador Andrés Manuel no quiere quedarse atrás y quiere consultar, como lo hacían en el Coliseo Romano, ¿Quién puede vivir y quién debe morir?, ¿A quién se castiga y a quién no?, ¡Vaya manera de pervertir un mecanismo tan eficiente y útil para la sociedad como la consulta ciudadana!

Por eso, si usted tiene la intención de participar amigo lector, hágalo consciente de que la consulta es más pan y circo para el pueblo de México, ya que insisto, las libertades, los derechos y la justicia, no deben ser consultados, deben ser ejercidos.