/ domingo 5 de abril de 2020

¿Como anillo al dedo?

CON CARO HABLANDO CLARO


Mientras que mandatarios del mundo han emitido mensajes responsables en medio de la pandemia por coronavirus que estamos viviendo, en México hemos escuchado del presidente que esta contingencia le ha caído como anillo al dedo para afianzar la denominada cuarta transformación. Al escucharlo me pregunto, cómo una persona puede alegrarse de una tragedia que está impactando en la vida y la economía de las y los mexicanos.

Incluso Donald Trump ha sido cuidadoso al emitir sus mensajes, ya que cualquier declaración de un presidente, puede tener grandes repercusiones. Uno de los grandes impactos sin lugar a dudas es la economía.

En México, el panorama no podría ser peor, a la crisis económica que veníamos arrastrando desde el año pasado se ha sumado una respuesta tardía e ineficiente del gobierno, a una pandemia que ha puesto en jaque a naciones poderosas como Estados Unidos, donde se perdieron, tan solo en una semana más de tres millones de empleos; así como países de primer mundo como Italia, donde las pérdidas humanas han llegado a ser de más de 700 mil personas al día.

Todos queremos que a México le vaya bien, que el gobierno sepa reaccionar a una emergencia que pone en riesgo las vidas de nuestras familias, pero no podemos ser omisos ante las declaraciones de un mandatario que todos los días busca culpables y propicia división, en lugar de actuar con responsabilidad.

A los estragos en la salud y vida de la gente se suma la economía, millones de personas están perdiendo su trabajo y millones más no pueden estar en cuarentena porque trabajar es única opción para subsistir; sin embargo, el gobierno no está tomando ninguna medida de carácter económico que ayude a enfrentar la situación, como apoyos fiscales a las pequeñas y medianas empresas que, de cerrar, impactarán en el bolsillo de la ciudadanía.

El gobierno tiene el deber de generar certidumbre a los mercados, darle seguridad a los gobernados y generar las mejores condiciones para que todas y todos podamos superar esta condición compleja para todo el mundo.

México es un país grande y fuerte, sabremos salir adelante, pero costará más trabajo si el gobierno no asume con responsabilidad el liderazgo que le corresponde.

CON CARO HABLANDO CLARO


Mientras que mandatarios del mundo han emitido mensajes responsables en medio de la pandemia por coronavirus que estamos viviendo, en México hemos escuchado del presidente que esta contingencia le ha caído como anillo al dedo para afianzar la denominada cuarta transformación. Al escucharlo me pregunto, cómo una persona puede alegrarse de una tragedia que está impactando en la vida y la economía de las y los mexicanos.

Incluso Donald Trump ha sido cuidadoso al emitir sus mensajes, ya que cualquier declaración de un presidente, puede tener grandes repercusiones. Uno de los grandes impactos sin lugar a dudas es la economía.

En México, el panorama no podría ser peor, a la crisis económica que veníamos arrastrando desde el año pasado se ha sumado una respuesta tardía e ineficiente del gobierno, a una pandemia que ha puesto en jaque a naciones poderosas como Estados Unidos, donde se perdieron, tan solo en una semana más de tres millones de empleos; así como países de primer mundo como Italia, donde las pérdidas humanas han llegado a ser de más de 700 mil personas al día.

Todos queremos que a México le vaya bien, que el gobierno sepa reaccionar a una emergencia que pone en riesgo las vidas de nuestras familias, pero no podemos ser omisos ante las declaraciones de un mandatario que todos los días busca culpables y propicia división, en lugar de actuar con responsabilidad.

A los estragos en la salud y vida de la gente se suma la economía, millones de personas están perdiendo su trabajo y millones más no pueden estar en cuarentena porque trabajar es única opción para subsistir; sin embargo, el gobierno no está tomando ninguna medida de carácter económico que ayude a enfrentar la situación, como apoyos fiscales a las pequeñas y medianas empresas que, de cerrar, impactarán en el bolsillo de la ciudadanía.

El gobierno tiene el deber de generar certidumbre a los mercados, darle seguridad a los gobernados y generar las mejores condiciones para que todas y todos podamos superar esta condición compleja para todo el mundo.

México es un país grande y fuerte, sabremos salir adelante, pero costará más trabajo si el gobierno no asume con responsabilidad el liderazgo que le corresponde.

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