Vacunas y elecciones, ¿la fórmula del triunfo?
Hay voces que piden no politizar la vacuna y evitar que su aplicación sea utilizada electoralmente, con la finalidad de promover al partido en el poder Ejecutivo federal.
Y seguramente tienen mucha razón en hacer tal recomendación, ya que de acuerdo con lo que nos compartieron ayer por la tarde, en el estado de Durango circula un folleto titulado “AMLO inicia la vacunación en Durango”.
En el caso de Hidalgo, ayer se recibió el primer lote de dosis, el cual está destinado al personal médico de la entidad.
Y nos dicen que ya hubo quienes de inmediato trataron de jalar agua a su molino. Sí, al molino personal. Ni siquiera al de su partido, Morena.
Desafortunado que en medio de un escenario tan lamentable como lo es la pandemia, haya quienes pretendan sacar raja política.
Bueno sería que todititas las autoridades, de todititos los niveles y de todititas las esferas involucradas en esta gigantesca y delicada tarea de aplicar las vacunas trabajaran solamente en beneficio de la ciudadanía y se olvidaran de aspiraciones personales y/o de grupo.
Hoy México necesita de autoridades y de políticos comprometidos con el pueblo y sobre todo, ocupados en hacer lo que les toca para frenar la pandemia en cada rincón de la nación.
CON EL AGUA AL CUELLO LOS RESTAURANTEROS
En diferentes municipios de Hidalgo han comenzado las protestas de dueños y trabajadores de restaurantes, fondas, taquerías y demás lugares de venta de alimentos.
Ello porque una vez más se encuentran con el agua al cuello debido a que las ventas han caído debido a que hoy sólo pueden ofrecer comida para llevar.
Algunos argumentan que la gente no quiere llevar sino sentarse a comer.
Por otra parte, a estas alturas de la pandemia, cada vez son más las personas que prefieren comer en casa para no exponerse a contraer el coronavirus.
Por ello se combinan dos factores: la venta sólo para llevar y la falta de consumidores de alimentos preparados.
Esto es lo que tiene con el agua al cuello a los dueños y empleados de negocios con este giro. Su economía está en riesgo.
Y cambiar las circunstancias depende no de ellos ni de los consumidores, sino de todos nosotros. Mientras menos salgamos en lo que resta del mes, más rápido disminuirá el índice de contagios y los hospitales dejarán de estar al 100 por ciento de su capacidad.
La llegada de las vacunas no será una varita mágica que resuelva todo. Es necesario que ustedes, nuestros lectores, y el resto de la sociedad hidalguense, incluidos nosotros, nos quedemos en casa el mayor tiempo posible y así pronto podríamos volver a los tiempos en que todos los negocios, esenciales o no, abran sus puertas.