Ventiladores ponen en aprietos a los Bartlett
Vaya que el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, y su hijo Manuel Bartlett Álvarez, están pasando unos días complicados.
Y todo parece indicar que es como consecuencia de que los responsables de comprar 20 ventiladores respiratorios para la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Hidalgo, no revisaron la documentación de las empresas y por ello nunca se percataron que el hijo del titular de la CFE era uno de los dueños de la empresa Cyber Robotics Solutions.
El asunto está en que Mexicanos contra la Corrupción realizó una investigación y como resultado, encontó que el IMSS Hidalgo pagó un alto sobreprecio por cada uno de los ventiladores mecánicos, cuyo precio fue de un millón 550 mil pesos y en suma el monto pagado ascendió a 31 millones de pesos.
Es por ello que durante los últimos días este tema se ha vuelto muy controvertido, ya que previamente Manuel Bartlett Díaz estuvo envuelto en otro asunto de presunta corrupción.
Hay que recordar que se le señalaba de enriquecimiento oculto y tráfico de influencias, pero finalmente salió bien librado.
Y hoy, el funcionario del gobierno de la cuarta transformación, esa que tiene como uno de sus estandartes el combate a la corrupción, nuevamente se ve inmiscuido en un tema por demás delicado.
De hecho, los legisladores federales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), demandaron a la Secretaría de la Función Pública (SFP) investigar dicha venta.
En lo que corresponde al IMSS, delegación Hidalgo, han dicho que los compraron en ese precio, porque se les garantizaba la entrega inmediata, aunque dicho sea de paso, no está claro si las otras empresas a las que les compraron a un precio menor al millón de pesos se los entregaron o entregarán a muy largo plazo. Incluso parece que al menos una de esas empresas sí entregó de manera inmediata el ventilador que se le encargó.
Lo cierto es que los ventiladores se necesitan, de eso no hay duda. Los casos de Covid-19 aumentan cada día y al menos en la Ciudad de México, las instalaciones hospitalarias comienzan a ser rebasadas por el alto número de personas infectadas.
Lo cual podría suceder en Hidalgo, si los habitantes del estado siguen saliendo de casa para asuntos no esenciales. Ojalá que las empresas proveedoras de los ventiladores, medicamentos y otros insumos, no lucren y no incurran en este tipo de acciones.
Deseamos que cuando se encuentre una vacuna o un medicamento contra el Covid-19 sea de acceso para toda la población hidalguense, mexicana y mundial, sin que se corra el riesgo de que el beneficio sea sólo para las personas que puedan pagarla.
