Importante mantener la calma y actuar con responsabilidad
Casi once meses después de los comicios del año pasado, la dirigencia estatal de Nueva Alianza lleva a cabo una intentona por liderar al resto de las fuerzas políticas con registro nacional o estatal.
Esto, mediante la llamada mesa política, la cual es impulsada precisamente por los presidentes de los partidos. Una mesa de diálogo encaminada a una reforma político-electoral, en la cual pareciera que cada instituto político busca un traje a la medida.
Hace un par de días Juan José Luna Mejía, dirigente estatal de Nueva Alianza, habló con fuerza, con seguridad, como si fuese el líder de la fuerza política más representativa en la entidad y reclamó la ausencia del IEEH y del TEEH.
Sin duda Luna está tratando de capitalizar el momento. Seguramente el hecho de contar con un mejor presupuesto que el resto de los partidos políticos le permite esa seguridad y esas ganas de impulsar las modificaciones legales del caso.
No obstante, hay que destacar que nada obliga a las autoridades del Instituto Estatal Electoral, ni a las del Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo a sentarse en la mesa política.
Quizá el líder del Panal debiera mantener la calma y no advertir que recurrirán al INE o que un solo partido político podría aprobar dicha reforma.
Luna Mejía debe recordar que en donde se legisla es el Congreso local y ahí el Panal no tiene la mayoría suficiente para sacar la reforma politico-electoral que se pretende.
Es en la Cámara de Diputados, ese cuerpo legislativo que preside Ricardo Baptista, a quien tambien acusó de no asistir a todas las reuniones que se han tenido.
Además el mismo Juan José reconoce que ni los dirigentes de partido han estado en todas, ya que se les autorizó enviar a un representante cuando no pudieran acudir.
Y ya que hablamos del Congreso, nos dicen que cuando se realizó en esa sede la reunión de la llamada mesa política, se sirvieron algunos bocadillos, pero a los visitantes se les dejó en claro, por parte de algunos empleados, que eran solo para las y los diputados.
Esto solo es una muestra de la falta de tacto que prevalece en quienes representan al Poder Legislativo, quienes incluso se han ganado la inconformidad de sus propios compañeros de bancada.
Todo apunta a que la reforma político-electoral tendrá que esperar a un mejor momento para hacerse realidad.