/ martes 5 de octubre de 2021

Ahora las escuelas particulares como “proveedores” y los educandos como “consumidores”

El sistema educativo a lo largo de la historia, ha enfrentado grandes desafíos para que la comunidad escolar reciba la educación que por derecho le corresponde y esos retos, han estado de la mano de las escuelas públicas y de las escuelas privadas. Ambas, son parte del sistema educativo en este país.

En estricto sentido, la educación impartida por particulares, ha sumado a este país un bagaje importante con los servicios que ofrecen en México. Es necesario remarcar que no podemos tener una opinión simplista de que la educación privada es solo para quien tiene recursos económicos, argumentando que quienes asisten a estas escuelas pertenecen a una clase social alta, al contrario, son muchas las familias que eligen enviar a sus hijos e hijas a escuelas privadas y lo hacen destinando gran parte de su ingreso personal y familiar, incluso se valen de las apoyos fiscales, como el deducir colegiaturas, para hacer viable el acceso para sus hijas e hijos. ¿Por qué? Simplemente porque los servicios que ofrecen corresponden a sus necesidades familiares como horario extendido, cercanía a sus domicilio, idiomas, entre otros tantos elementos.

Por eso la preocupación de que en este momento se plantee una visión comercial que se le está dando a la NOM 237-SE-2020, equiparando a la educación privada como a cualquier empresa prestadora de servicios y a los estudiantes como consumidores. Esto es sumamente preocupante porque México aún se encuentra inmerso en las consecuencias económicas, políticas y sociales derivadas de la pandemia. La entrada en vigor de esta NOM emitida por la Secretaría de Economía, lejos de acercar soluciones para la reactivación escolar y además económica, va a generar un problema más profundo en estos sectores en nuestro país.

De aprobarse esta NOM las escuelas se verán obligadas a aumentar sus cuotas y tarifas para cubrir las certificaciones y procesos que exige la norma y ello impactará directamente en el bolsillo de las familias que hasta hoy, pueden solventar los gastos de una colegiatura en una escuela privada y que al aumentar las cuotas ya no podrán hacerlo, negando el derecho de una madre o padre de familia tener acceso a ello.

Por otro lado existen en nuestro país pequeñas escuelas que están en crecimiento y que al aprobarse la NOM puedan incluso desaparecer.


Las de chile seco

En Hidalgo existen 1160 escuelas de todos los niveles educativos. ¿Qué tanto están dispuestas a incrementar sus procesos y cuotas, sobre todo aquellas que se encuentran en crecimiento?

El sistema educativo a lo largo de la historia, ha enfrentado grandes desafíos para que la comunidad escolar reciba la educación que por derecho le corresponde y esos retos, han estado de la mano de las escuelas públicas y de las escuelas privadas. Ambas, son parte del sistema educativo en este país.

En estricto sentido, la educación impartida por particulares, ha sumado a este país un bagaje importante con los servicios que ofrecen en México. Es necesario remarcar que no podemos tener una opinión simplista de que la educación privada es solo para quien tiene recursos económicos, argumentando que quienes asisten a estas escuelas pertenecen a una clase social alta, al contrario, son muchas las familias que eligen enviar a sus hijos e hijas a escuelas privadas y lo hacen destinando gran parte de su ingreso personal y familiar, incluso se valen de las apoyos fiscales, como el deducir colegiaturas, para hacer viable el acceso para sus hijas e hijos. ¿Por qué? Simplemente porque los servicios que ofrecen corresponden a sus necesidades familiares como horario extendido, cercanía a sus domicilio, idiomas, entre otros tantos elementos.

Por eso la preocupación de que en este momento se plantee una visión comercial que se le está dando a la NOM 237-SE-2020, equiparando a la educación privada como a cualquier empresa prestadora de servicios y a los estudiantes como consumidores. Esto es sumamente preocupante porque México aún se encuentra inmerso en las consecuencias económicas, políticas y sociales derivadas de la pandemia. La entrada en vigor de esta NOM emitida por la Secretaría de Economía, lejos de acercar soluciones para la reactivación escolar y además económica, va a generar un problema más profundo en estos sectores en nuestro país.

De aprobarse esta NOM las escuelas se verán obligadas a aumentar sus cuotas y tarifas para cubrir las certificaciones y procesos que exige la norma y ello impactará directamente en el bolsillo de las familias que hasta hoy, pueden solventar los gastos de una colegiatura en una escuela privada y que al aumentar las cuotas ya no podrán hacerlo, negando el derecho de una madre o padre de familia tener acceso a ello.

Por otro lado existen en nuestro país pequeñas escuelas que están en crecimiento y que al aprobarse la NOM puedan incluso desaparecer.


Las de chile seco

En Hidalgo existen 1160 escuelas de todos los niveles educativos. ¿Qué tanto están dispuestas a incrementar sus procesos y cuotas, sobre todo aquellas que se encuentran en crecimiento?