CON CARO HABLANDO CLARO
Desde 2001, la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia ha documentado múltiples casos de explotación sexual de niñas y niños; de acuerdo con el estudio “Es un secreto” en todos los casos se trata de agresiones en contra de niñas y niños de entre 3 y 7 años de edad.
Esta organización identificó 37 escuelas de México con posibles patrones de explotación sexual, de ellas, solo en 18 consiguieron obtener más detalles a través de testimonios, en los estados de San Luis Potosí, Morelos, Oaxaca, Estado de México, Jalisco, Ciudad de México y Baja California, observando comportamientos violentos, pesadillas, episodios de pánico ante situaciones cotidianas o agresiones a sus hermanos, además múltiples niñas y niños que describen la presencia de cámaras durante el abuso sexual.
En muchas ocasiones, pese a la comisión de delitos graves en las escuelas, no se denuncian los hechos ante la fiscalía.
De las investigaciones presentadas por esta organización entre 2008 y 2018, actualmente solo hay 7 personas en prisión. Resulta increíble que un delito de esta magnitud se comete de manera tan abierta dentro del contexto escolar y no sea castigado.
Nada de los aberrantes hechos que narra el estudio debería pasar, sin embargo, debemos hacer consciencia y reflexionar que México se encuentra frente a una gran oportunidad para que esto cambie, dado que se aproxima el regreso a clases presenciales después de la pandemia, es un tema que debe atenderse de manera prioritaria, crear estrategias para que las niñas y niños hablen sin temor, así como defender y garantizar sus derechos, brindándoles una infancia segura, plena y feliz.